"Si crees que los niños son
crueles espera a ver a los
adultos"—¡No bromees con eso!
—¡No lo hago! La diferencia es que a mí no me habrían atrapado.
Fue la primera vez que vio el monstruo que había engendrado y el impacto fue tal que quedó congelada de horror.
—¡Lo siento! Lo... siento. ¡Perdón, mi amor! Mamá... dime mamá. Al menos una vez Manuel.
Ver a una madre suplicar a su hijo me desgarró pero que él mantuviera una expresión fría desató el fuego de la ira en mí.
—Vamos, Lara —se puso de pie con la misma serenidad con la que llegó.
—Manú, será mejor que...
—¡He dicho que nos vamos! —tajó tomando mi mano.
Me arrastró sin contemplaciones fuera del frío edificio y una vez en la acera me liberé de un gesto brusco.
—¡¿Qué demonios acaba de pasar?! ¿Para eso me trajiste hasta aquí?
—De todos modos las visitas son de diez minutos. Al menos cumplí con la orden de la doctora.
—¡Es tu madre, joder! ¿Por qué la odias tanto? ¡¿Por matar a tu padre o por hacerlo frente a tí?! —esperé unos segundos por una respuesta que no llegó —Dijiste: "Tú me creaste" ¡¿Qué cojones te pasa Manuel?!
Se pasó la mano por la cara con incomodidad. Los dos estábamos alterados.
—¿Tú odias a tu padre por abandonarte?
—¿A qué viene eso ahora? —hice una mueca de molestia.
—Solo dime.
—No. Y para serte sincera nunca me hizo falta.
—¿Qué hay del asesino de tu madre?
—No —se sorprendió sobre todo porque sabe que no miento —Al principio quería venganza del desgraciado que la torturó pero con tiempo me he hecho a la idea y terminé por adaptarme.
—Entonces eres mejor que yo —rió con sarcasmo.
En este momento solo esperaba uno de esos silencios que tanto acostumbramos pero en su lugar vino hacia mí y me miró a los ojos con intensidad. Este no es el Manú de siempre, es el que oculta en lo más profundo.
Antes de que pudiera reaccionar estampó sus labios con los míos. Era una sensación completamente nueva para mí. Su piel era muy cálida y húmeda y se movía con un poco de torpeza. Su lengua intentó abrirse paso pero no lo dejé y terminó succionando mi labio inferior.
No sabía que un beso pudiera sentirse así a pesar de que no era el primero para mí. No se trataba de romance, era pura necesidad y se volvía cada vez más posesivo. Ninguno quería ceder porque éramos rivales y siempre lo seríamos.
Ahí, en medio de la calle, mi cuerpo dejó de obedecerme. El corazón se me aceleró y tenía todo el cuerpo pesado. Ya no sabía dónde estaban mis manos, mis piernas, solo estaba consciente de nuestras bocas y de su aliento. Pero me odiaba a mí misma porque era Manú el que estaba despertando todo eso.
—Felicidades, tienes mi primer beso —dijo jadeando cuando nos separamos.
—Voy a matarte —su respuesta fue una sonrisa ladina.
Actualidad:
Sacudí mi cabeza intentando apartar aquellos recuerdos para regresar a la realidad. Los chicos seguían comiendo y a pesar de lo felices que parecen hay momentos en los que siento que no pertenezco aquí, que es posible que no pertenezca a ningún sitio.
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La Capital De Los Asesinos
Mystery / ThrillerPenélope Morgan se está preparando para convertirse en investigadora lo que pocos saben es que carga un pasado nebuloso. Esta historia se va a desarrollar después de que la protagonista es mayor de edad pero nuestro pasado siempre nos persigue; es...