Después de terminar mal herida, eres recatada por un chico con un dragón tatuado en el cráneo, lo que no esperabas es que ese encuentro sería el inicio de una nueva vida que dejará al desnudo tu pasado y tal vez algo más.
- contenido de violencia y...
No podíamos ir a ningún hospital, éramos la segunda pandilla de delincuentes más buscada en Japón y tanto policías como ambulancias estaban llegando al lugar, así que una pelea era solo una razón más para ser arrestados.
Por suerte, había un segundo punto de reunión que servía como sala de urgencias y de más apoyos para los miembros de la Tokyo Manji, al parecer los heridos de gravedad eran más común de lo que pensaba.
Al llegar la adrenalina de todo lo anterior estaba decayendo, así que los golpes que había recibido en la cabeza empezaban a hacerse más problemáticos, me empecé a sentir mareada y aturdida, como pude tomé asiento en una clase de sala de espera que había por ahí, traté de sobar con mi mano el punto donde me dolía, pero para mi sorpresa el área se sentía humeda, retiré mi mano y al verla, note que gran parte de ella estaba cubierta de sangre, todos los sonidos se escuchaban cada vez más lejanos, apenas podía percibir que una voz me llamaba, pero cuando quise voltear al frente, el peso de mis párpados ganó y me quedé dormida... O tal vez me desmayé.
Cuando desperté estaba recostada sobre una clase de camilla o sillón, la cabeza aún me dolía, pero era mucho menos, y para mí buena suerte, Mikey estaba parado a un lado de mi.
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- Ahora también sabemos que eres de cabeza dura, soportaste dos descalabradas hasta llegar aquí, y no sólo eso, admito que pensé que podrías ser una carga durante la pelea, pero no fue así, te defiendes bastante bien tu sola, no sólo soportaste a esa chica, sino también a todos los demás que llegaban a atacarte - Mikey hablaba realmente tranquilo, y aunque era leve, notaba esa sorpresa en sus palabras
- Tu fuiste quien quizo que me uniera a la Tokyo Manji, no entiendo porque me subestimas - me molestó el saber que por su mente pasó el verme como una carga, si era así... ¿Por qué rayos me había reclutado?
- La primera vez que te vi supe que eras fuerte, no sabía quién eras, pero con una Apuñalada en el abdomen habías hecho de todo por no caer y buscar ayuda, luego te vi trabajando en una casa de baños, desprendidas demaciada inocencia, trabajar y estudiar para darle lo mejor a tu hermano, al confrotarte con tu identidad vi rudeza y miedo en ti, algo que te hacía ver imponente, cuando entraste a ToMan siempre mostraste un carácter fuerte, sabias que ante ningún miembro podías mostrarte vulnerable, pero cuando te castigué te veías tan frágil, sumisa y vulnerable que parecía que te quebrarias con cualquier cosa, luego peleaste, tanto en la emboscada como ahora, sola pudiste con los rivales que se te presentaban... No es que te subestime, es que no sé que lado de ti es el que saldrá a lucir... eres como una flor de sangre, pequeña, encantadora y algo frágil, pero fuerte y valiente para florecer en los tiempos más difíciles... Sin dejar de lado tu extraña y peculiar belleza. - no pude evitar reír con su último comentario
- Okay... ¿Gracias?... Creo
- Por cierto... ¿Quién era ella?, la chica contra la que peleaste - antes de responderle dejé salir un gran suspiro y borré la pequeña sonrisa que me había quedado del anterior comentario del rubio
