Años después...
Una mujer de cabellos rubios y ojos grises caminaba tranquilamente através de los árboles del bosque en el que vivía. Llevaba una canasta en la cual habían varios frutos y algunas plantas.
-¡HIJO!- La mujer miraba de un lado a otro tratando de captar cualquier movimiento de su alrededor.
-¿Dónde se metió este chico? ¡HIJO!- Soltó un resoplido al no obtener respuesta.
De un momento a otro escucho una rama romperse al lado suyo, dirigió su mirada hacia ese sonido y vio un gran arbusto el cual estaba moviéndose. De este salió un lindo conejo de pelaje rojizo y ojos verdes. La mujer suspiro aliviada-¡RAPTOR! ¿Que te he dicho sobre andar como conejo por la vida?- pregunto viendo seriamente al conejillo.
El animalito soltó un tierno bufido. Un humo rojo con pequeños brillos blancos empezó a rodear su cuerpecito y luego se disolvió dejando en su lugar a un hermoso joven de ojos de distintos colores y cabellos rojizos.
-Ya se, ya se, no te gusta que ande como conejo por el bosque por los depredadores y bla bla bla- el joven se acercó a la mujer
-Pero te recuerdo que ellos prometieron no atacarnos, ni a ti ni a mi--Si, si, lo se, pero es cosa distinta cuando estamos de nuestro lado del bosque- se cruzó de brazos y miró de nuevo al chico
-Pero estamos en SU territorio, dudo mucho que mantengan ese acuerdo aqui--¡Bien! Solo digo que siendo un conejo se me es más fácil buscar plantas entre las raíces de los árboles- se defendió el bicolor
-Ah por cierto, hay un arbusto de hojas de menta através de esos arboles- señaló hacia el lugar del que habia aparecido unos segundos antes.Los dos se dirigieron hacia ese lugar y tal y como dijo el pelirrojo había un gran arbusto del cual se desprendía el dulce olor a menta.
-Bien, con estas bastarán para el invierno- anunció la mujer cuando terminó de recojer cuidadosamente varias de aquellas hojas
-que suerte que hallas encontrado este arbusto, no es muy fácil encontrar hojas de menta en el bosque y mucho menos en mitad del otoño-El joven sonrió ante el halago de su madre. Pasaron la tarde en el bosque buscando plantas y bayas de diferentes tipos.
(...)
El chico dirigió su mirada al cielo y noto que ya estaba teñido con colores como el rojo, naranja, Rosita y otros parecidos
-Sera mejor que regresemos a casa- le dijo a su hijo la mujer, quien también había levantado su vista al cielo.
-No me gusta estar en territorio ajeno de noche-El pelirrojo asintió y de nuevo el humo rojo lo envolvió convirtiéndolo en un gran felino de pelaje rojizo y manchas negras en todo su cuerpo con ojos purpura claro, casi rositas. Su madre subió al lomo del leopardo, puso la canasta frente suyo y se agarró del pelaje del cuello del felino, quien al notar que su madre ya estaba lista comenzó a correr rápidamente siguiendo el rastro oloroso que él y la mujer habían dejado.
Cuando llegaron a su parte del bosque la luna ya había salido. El leopardo redujo el paso y camino más tranquilo através de su territorio, disfrutando del ambiente nocturno. Por otro lado, la rubia suspiro aliviada al ver que el felino empezaba a caminar tranquilo, supuso que ya habían llegado a su propio territorio. Cerro sus ojos escuchando el cantar de los grillos y a lo lejos el sonido del agua corriendo por un pequeño arrolló, sin duda adoraba su hogar y su vida junto a su "hijo"
Caminaron un buen rato, el frío se hizo presente haciendo que la mujer se apegara más al cálido pelaje del leopardo, que bajo la luz de la luna su manto rojizo se veía plateado. La mujer escucho un pequeño gruñido, abrió sus ojos y se encontró frente a un claro en el bosque, en medio de este vio su cabaña, no tan grande pero cómoda para vivir ambos.
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yo soy... ¡¿UN PRÍNCIPE?!
Ficção CientíficaHace años, dos príncipes fueron comprometidos mucho antes de su nacimiento. Pero un rey ambicioso deseaba el reino de uno de los dos y ordenó a un hombre acabar con la vida del prometido del niño. Aquel hombre no quiso cumplir con esa misión y decid...