Aquellos ojos azules brillaban, cristalizados, el mar de lágrimas se había secado hace un par de minutos cuando cayó en cuenta de que ya no había lugar para ellas. Era Saeran, en sus 21 años con su ondulado cabello decolorado, quien aún con sus ojos irritados, aún con el ardor de su corazón, no podía dejar de fijarse en el pequeño frasco incoloro con un líquido de vibrante cian.
Sentía que lo llamaba.
-Deberias dejarlo.- aconsejó su hermano, su voz notablemente preocupada.
Hacía tan solo un par de semanas que su gemelo había dejado el hospital, que había despertado por fin después de varios días en coma. Él estaba bien, físicamente hablando, emocionalmente vacío.
Ahora estaba bajo su cuidado, la antigua casa que Saeran compartía con su prometida se había destruido en un lamentable incendio y no tenía adónde ir. Cenizas quedaron de lo que alguna vez fue un cálido hogar.
Saeyoung, el gemelo mayor, había aparecido en su vida de nuevo, lleno de cariño fraternal. Para Saeran en cambio, quien había sido abandonado por el mundo, quien no fue dotado de gracia como su gemelo, esto solo representaba una tortura.
La relación era mala, tan tensa y pesada...
Saeran dejó ver la molestia en su pálida -aunque ahora un poco roja- cara, harto ya de la misma conversación.
-¿Tratas de decirme que debo dejarla?- se rió con sorna en la cara que odiaba, irónicamente idéntica a la suya. -¿Que deje a mí mujer?
Saeyoung tomó su muñeca, delicado pero firme, deteniendo a su hermano de beber aquel líquido de extraña procedencia. Estaba afligido, no era está la primera vez en que lo veía así pero... Creo que sabemos que lo que más lastimaba su corazón era la impotencia de no poder hacer nada para salvarlo.
Él había llegado tarde.
Él no pudo impedir que los accidentes pasen.
Él no pudo preveer las pérdidas.
Él no era culpable de nada pero no pudo evitar culparse a si mismo por no haber protegido a su única familia.
Había sido un desperfecto técnico en los cables, una chispa, un mal ajuste en la toma de gas que terminó en una fuga.
Estalló. Kaboom.
-¡Déjame en paz!- el grito de Saeran lo sacó de su mente, de un tirón se había soltado de sus manos.
Bebió todo de un solo trago.
Saeyoung suspiró, su rostro se llenó de tristeza que el otro no tuvo interés de ver. Supo que lo mejor era dejarlo solo, cuidándolo desde la sombra pues al final todo era en vano, su hermano se había vuelto adicto a sus ilusiones.
-¡Saeran, cariño!
Oh, ¿Había alguien más en casa?
Ciertamente era una mujer, joven como Saeran, estaba apurada, corriendo hacia él, se veía tan preocupada como Saeyoung. Ella es la única con quien Saeran podía ceder, deteniendo su ingesta, era su prometida, su primer y único amor.
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𝕴𝖑𝖑𝖚𝖘𝖎𝖔𝖓 ˢᵃᵉʳᵃⁿ ˣ ʳᵉᵃᵈᵉʳ
أدب الهواةDonde Saeran es adicto a sus ilusiones, un hombre lleno de amor. One Shot. [Angst] Las imágenes son de Pinterest y los personajes, exceptuando a _______, son del juego "Mystic Messenger" de Cheritz.