XXXVII

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—Cómo amo el amor

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—Cómo amo el amor.

Los cuatro jóvenes alzaron la vista al que estaba parado detrás de ellos, que los miraba con una sonrisa cómplice.

Tres sentados sobre el pasto y el otro en su silla, detuvieron sus conversaciones para mirar al director.

—Amo el amor —repitió.

Eve pareció ruborizarse.

—¿Quién te lo dijo?

Kashitaro se encogió de hombros.

—Tengo cámaras en toda la escuela, ¿cómo crees que me entero de los chismes? Tengo ojos en todos lados.

El saxofonista cubrió su rostro con sus manos, avergonzado, por el contrario, su novio, el chico de la silla no pudo evitar reír.

—Ustedes no son los únicos —Kashitaro palmeó el hombro de Eve, quizás con un poco más de fuerza de la necesaria, porque el castaño se enderezó de golpe con una mueca de dolor.

Soraru miró al director, tan joven e infantil como ellos, quien hizo un corazón con sus manos, mirando por el medio al pelinegro y al chico mudo a su lado.

Esta vez, fue Mafumafu quién se avergonzó, enrojeciendo hasta las orejas.

Se sorprendió cuando Soraru tomó su mano, llevándola hasta sus labios y dejando un pequeño beso en el dorso de esta.

Una sonrisa comenzó a crecer en el rostro de Mafumafu.

Escucharon aplausos y volvieron a ver a Kashitaro, quien estaba con una sonrisa enorme.

—Hacen que me enamore aún más del amor —dijo, en un tono más agudo de lo normal.

—¿No deberías conseguirte un amor para enamorarte? —preguntó Soraru— Así no molesta el amor de los demás —murmuró, tan bajo que solo Mafumafu lo escuchó, lo que lo hizo reír.

Kashitaro agitó su mano.

—Mi amor es bastante idiota —dijo, luego llevó su mano al mentón, como si pensara—. O quizás sólo sea muy tímido... Ya saben que hay gente que le da pánico el amor.

—Sip —dijo Sou—, como Eve.

—No me da pánico el-

Sou tomó el mentón de su novio, alzando su rostro para ponerlo a su altura, se acercó a él con una sonrisa, hasta que Eve estuvo completamente rojo y se apartó de él.

Los presentes rieron.

—Amo el amor —volvió a repetir.

—Amo el amor —volvió a repetir

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Mute ¹ ✧ SoraMafuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora