In Care Of - Fangs_Fawn

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El fic no me pertenece. Es una TRADUCCIÓN de 'In Care Of' de Fangs_Fawn.

* Link del autor: https://archiveofourown.org/users/Fangs_Fawn/profile
* Link del fic original: https://archiveofourown.org/works/1023625

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Harry se sentó en el patio trasero, tomando un muy necesario descanso de cortar el césped. Era un día aburrido, fresco y nublado, y el sudor que se secaba en su cuerpo lo había enfriado por completo. De repente, el sol irrumpió entre las nubes y se sintió tan maravillosamente cálido que se despojó de la camisa para exponer su piel húmeda más plenamente a sus relajantes rayos. Al principio se sintió brillante... se calentó rápidamente. Demasiado rápido... de repente le ardió la espalda, como si le apretaran la carne con hierro al rojo vivo. Miró hacia abajo y, para su asombro, vio nieve en el suelo a sus pies. Pensó en lo bien que le sentaría la nieve a su piel quemada e inmediatamente bajó a la hierba nevada y rodó sobre ella...

... sólo para despertar con un grito cuando las sábanas rasposas de su cama hicieron contacto con su carne maltratada.

Completamente despierto, Harry se sentó rápidamente. Se había quedado dormido con la ropa puesta encima de las sábanas. Mirando el reloj reparado en la estantería, vio que eran las 2:24 de la mañana. Echó una mirada anhelante al vaso de agua que tenía en la mesilla de noche, pero estaba vacío: lo había vaciado hacía horas. No quería arriesgarse a despertar a su tío para ir a buscar más, así que optó por tener sed.

Suspirando, Harry se levantó. Le ardía la espalda y sentía la piel demasiado tensa, como si se hubiera encogido sobre su cuerpo mientras dormía. Moviéndose lentamente para no agravar sus músculos agarrotados y su carne torturada, se dirigió a su armario, se quitó con cuidado los vaqueros y se puso un pantalón de pijama azul descolorido. Luego, con mucho cuidado, se quitó la camiseta. No consideró la parte de arriba del pijama, porque incluso la idea de que esa ligera capa de algodón raído pesara sobre su espalda era intolerable.

Había un espejo ligeramente deformado en el interior de una de las puertas del armario, pero Harry no se molestó en girar para inspeccionar el daño que tío Vernon había infligido. Pudo ver parte de una amplia franja roja que se extendía sobre su hombro izquierdo y sobre la clavícula, mientras que varias ronchas más se enroscaban alrededor de su torso sobre las costillas. Sabía por experiencia que, desde la nuca hasta la cintura, estas marcas le cruzaban la espalda, dejando moratones en algunos lugares, pero sobre todo ronchas de color rojo oscuro que proyectaban sombras a la tenue luz de su lámpara de cabecera, tan hinchadas estaban. Ya lo había visto antes. No tenía ningún deseo de volver a verlo.

Detrás de él, oyó un rasguño casi frenético.

Harry se giró. Espartaco parecía muy agitado, trepando por la malla metálica que Harry había fijado a la jaula de Hedwig.

–¿Qué te pasa? –preguntó Harry al murciélago con curiosidad.

Se acercó a la jaula. Para su sorpresa, el murciélago se dejó caer sobre el forro de papel de periódico y lo miró con una mirada extrañamente interrogante:

¿Qué puedo hacer por ti? ¿Podemos hacer algo?, parecía decir.

Harry observó a la criatura durante un largo momento, reflexionando. Luego, sin darse cuenta de que iba a hacerlo, abrió de repente la puerta de la jaula, metió la mano y sacó a Espartaco. Llevó al murciélago hasta la cama y lo dejó cerca de la almohada. Luego, con cuidado, se acostó de lado, frente a él.

Por un momento, el murciélago pareció congelado por la conmoción, y Harry estaba seguro de que iba a saltar. Luego, algún instinto pareció decirle que se relajara y se acomodó en las sábanas y devolvió la mirada de Harry sin pestañear.