Llegué al hospital lo más rápido que pude. Traía mi mochila roja oscura con tachas, en ella estaba mi celular, un collar viejo de Andrew, hojas de mi diario antiguo (Mi viejo maldito diario) Estacioné la moto rapidísimo y entré al hospital de la misma manera, casi volando.
-Andr... Ross Milch. ¿Dónde está?
-Piso 7, habitación 59. ¿Usted...?
Corrí a las escaleras. Me encanta subir escaleras para bajar mi ira. <<Piso 7, habitación 59>> Repetía en mi mente.
Llegué despues de subir mas de cien escalones corriendo y de a dos. Ross, me llamaba así, después de alejarnos por unos meses me llamaba asi "Ross" Odiaba eso. Odiaba cada cosa que él decía. Odiaba que me halague 'Niña hermosos ojos' dijo un día que estábamos en un bar, una niña volteó a mirarnos y sonrío, lo único que atiné a pensar era que creía que eramos novios, ¡Ni muerta! Aunque podría hacerlo por placer, solo un pequeño entretenimiento.
Andrew sintió una presión en el pecho, sus manos estaban temblando, estaba nervioso. Una enfermera subió a decirle que tenía una visita, pero que había subido por las escaleras, eso le dio tiempo a avisarle. La enfermera 'amiga' de Andrew, estaba más que claro que tuvo o quiere tener sexo con él.
Sin golpear la puerta Rose irrumpe en la habitación hospitalaria de Andrew, y sí tenía a la enfermera casi encima.
-Fuera, perra. - apunta la salida. - ¡Fuera!
La enfermera -Mary, leyó Rose- se acomodó su falda y salió.
-Disculpa por interrumpir tu... Trabajo. ¿Qué demonios estoy diciendo? Vine a matarte ¡Hijo de una gran perra!
Tiré mi mochila y me acerqué a él, lanzó una carcajada y me miró fijo.
-Estás loca, vete ahora Rose, estoy en un tratamiento puedo quedar paralítico.
-Aún así te ries idiota, vete a la mierda. Arruinaste mi puta vida, la haz cagado, la cagaste conmigo Andrew...- carraspea la garganta- Digo, Ross.
-¿Por qué vas a matarme? ¡Intento acercarme a ti y me ignoras!
-¡No lo intentes más, perdiste tu chance conmigo! -Dijo alejandose del rostro de Andy.
-¿Estás siendo honesta conmigo?
-¿Por qué voy a mentirte? Acabo de perder a alguien que me ayudó a vivir, me enseñó a aprovechar cada momento de mi vida en solo dos años, tú estuviste solo en mis momentos malos, porque tú los provocaste. Solo dejame vivir en paz, no me... No... -No pudo contenerse, sus lágrimas estaban al borde de salir.
Andrew observaba cada movimiento de Rose, cada suspiro, nunca dejó de amarla, nunca pudo olvidarla, él solo quería volverla a ver todos los días, verla sonreír, abrazarla y algo que nunca pudo hacer... Besarla.
