Día 7: Los ingredientes necesarios para arruinar una amistad

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Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.

Arte: duskmote en Tumblr.

Nota: pues ya se acabó... Me costó mucho más que el Kymantober, ah, bien raro jajaja. Este capítulo en específico tiene contenido explícito. Así que ya saben (?). Si llegaron hasta acá, gracias por leer <3 nunca había escrito style, pero sin duda los amo bastante. 

Día libre


Stan nunca pensó que querría terminar la carrera. La disfrutaba como nunca antes disfrutó la educación previa o alguna otra tontería. Sin embargo, ahora se sentía como una etapa que deseaba cerrar para correr hacia la siguiente. Quería hacer mil cosas y se sentía con la energía del mundo para lograrlas todas.

Aún tenía los últimos parciales, algunas clases y talleres, todo mientras seguía con las kilométricas correcciones a su tesis. Pero ahora que estaba libre no se atrevería ni siquiera a mirar con deseo a su cama. No, porque Kyle venía a visitarlo por un fin de semana. Había dicho que sería para dar papeles a algunas universidades. Stan no sabía por qué debía dar excusas todavía, a estas alturas de lo que suponía volvía a ser una relación estrecha entre ellos. Con tal de que viniera, no se atrevería a resaltar ese detalle.

Esa tarde no le dio tiempo a llevar sus cosas a su departamento, así que se encaminó hasta la estación de autobuses. Kyle había rechazado un viaje en auto rentado, de modo que no fue sorprendente ver un rostro de cansancio similar al propio en cuanto lo reconoció. Estaba cabeceando contra su ventana, con los rizos tapándole la cara y haciendo una imitación judía del Tío Cosa, con sus lentes encima de la mata rizada. Vio que alguien dentro del auto tuvo que despertarlo, y de ahí se movió con lentitud hasta que sus miradas se cruzaron.

Kyle se ajustó los lentes, se puso bien la mochila que llevaba y dio varias zancadas hasta reunirse con él, en un abrazo fuerte y duradero. Lo sentía así porque casi siempre era quien se separaba al último. Eso le dejó una sonrisa radiante que sorprendió para bien al pelirrojo.

— Llegué —anunció con obviedad el pelirrojo, entre las risas apenadas de ambos.

— Sí... Qué bueno que no te secuestraron en el camino, hubiera requerido de mucha explicación para tu mamá —añadió Stan y Kyle echó unas risas con mayor énfasis.

— No creo que den mucho por mí —el judío se encogió de hombros e hizo un ademán hacia el amplificador que Stan llevaba en una mano—, pero mírate... ¿vas a algún concierto?

*

Cualquiera hubiera pensado que aprovecharían para dar un gran recorrido por la capital de su estado natal, pero la verdad es que siempre habían estado a gusto haciendo cosas en medio de sus pláticas eternas. De la central se dirigieron a las universidades por las que Kyle se había interesado. En el camino entre colegios fueron por un helado de yogurth y un sándwich de un camión de comida.

Hablaban desde donde se habían quedado la última vez. Y siempre parecía más fácil, incluso si se metían en temas escabrosos o aparentemente incómodos para el otro. Tenían esa confianza para reconocer que nunca se referían a nada con intenciones ofensivas. Incluso si bromeaban, no había más que reír y "atacar" a la próxima, sin prisa.

Después de ese recorrido, llegaron al departamento de Stan y fueron al restaurante vecino. Stan comía ahí de manera regular, pero también le hablaba todo el tiempo de éste a Kyle, entonces era mejor que lo probara por su cuenta. Ambos se miraban divertidos con la más mínima señal de broma interna, hasta que se echaron a reír cuando vieron pasar al perro de los dueños, con el traje de reno que los idiotas no le quitaban al pobre desde Navidad.

Para arruinar una amistad (Style Week 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora