La patrulla número 27 se detiene frente a la estación de policías de Zulueta y Dragones.
El teniente Delgado espera en el lugar de siempre, aspirando el aroma del cigarro que reposa al pie del cenicero. Delgado no hacía honor a su apellido, es un hombre grueso, de pelo negro y barba pronunciada que pasa los cincuenta.
Los detenidos son conducidos por un pasillo poco iluminado, casi nada.
La puerta de la oficina del Teniente Raúl Delgado se abrió lentamente.
- Entren- dice el agente de la Policía Nacional Revolucionaria. El oficial observa la escena con curiosidad, de inmediato supo cómo proceder, los mira de hito en hito; el primero, un blanquito flacucho que usa peluca y los labios pintorreteados, el segundo no es tan extravagante- el otro es una mujer- sospecha- ¡no, no puede ser!, debe ser un maricón disfrazado- y el cuarto, el cuarto no parece de la ralea.
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Veinte pesos no son suficientes
Mystery / ThrillerAlejandro y Ernesto salen una noche a la caza de viejos yumas que paguen buen sexo en divisa, cuando se ven envueltos en un asesinato pasional. Esta historia narra la realidad desgarrante del mundo gay en un barrio marginal de la Habana, donde sexo...