Una gran mujer. (Utapri) (Utapri Y Tú)

Capítulo 27: Tu soporte.

Después de haber estado todo el día con Shinomiya, Claudia, llevó a Alex a dormir ya que el niño estaba muy cansado después de haber jugado todo el día con Shinomiya.
Él y Claudia, también estaban cansados pero como el niño había sido quien mas había jugado y corrido, era el que mas cansado estaba de los tres.

Antes de que Claudia, pudiera llegar al pasillo para ir a su habitación, se topo con Yamato.
Casi choco con él, ya que él idol no estaba prestando atención por donde iba. Había discutido con Hyuga y simplemente había salido sin fijarse.

Yamato, alcanzó a deterse a tiempo para no tirar a la idol y a su bebé.

-Disculpa, no estaba prestando atención por donde caminaba- le dijo Yamato a Claudia.

Podía ser algo grosero y gruñón con la.mayoría de las personas pero, a Claudia, siempre la trataba con cuidado, no solo por que estuviera enamorado de ella desde hace tiempo, sino que también por que sabía que la chica lo regañaria por ser un grosero, si él le llegaba a contestar un poquito mal.

-Dejame ayudarte con Alex, luces algo cansada- le dijo cargando al niño dormido en brazos.

-Gracias- le dijo Claudia- Tu luces un poco molesto- le dijo ella mientras los dos caminaban hacia la habitación de la chica y el bebé.

Shinomiya, había querido llevar el mismo a Alex y acompañar a Claudia pero Shining, lo había mandado llamar para preguntarle como le había ido en su sesión de fotos.

Yamato, no respondió de inmediato a lo que le había dicho Claudia; no le quería decir que había discutido de nuevo con su hermano.
Él sabía muy bien que a ella no le gustaba que él y Ryuya, pelearan pero, también sabía que no serviría de nada mentirle o no decirle lo que pasó porque ella se enteraría de todos modos.

Claudia, observaba como las expresiones en el rostro de Yamato cambiaban de molestia a culpa y nuevamente molestia para después dar paso a una leve expresión de arrepentimiento.

No tenía que ser una genio para darse cuenta de que había discutido con Ryuya pero, quería que fuera Yamato, quien le dijera que habían discutido y también la razón.

Conociendo a Yamato, como lo conocía, probablemente era lo mismo de siempre pero, ella quería escucharlo y quería ayudar a que los hermanos Hyuga, se llevaran bien o al menos medianamente bien.
Sabía que eso no sería nada sencillo pero, quería intentarlo al menos.

-Discutí con Ryuya, de nuevo- le respondió finalmente Yamato.

-Ya me lo imaginaba- le dijo Claudia- No me gusta que ustedes peleen, son hermanos no rivales.

-Trabajamos para agencias diferentes, técnicamente si somos rivales- le dijo Yamato.

-No quieras salirte por la tangente, sabes bien a lo que me refiero- le dijo Claudia- La razón por la que entraste a la agencia de Ringing Otori, fue por esa rivalidad absurda que tienes con Ryuya.

-No es absurda- le dijo Yamato, viendo hacia otro lado.

-Entonces dime eso a la cara- lo retó Claudia- Se que a nadie le gusta que lo comparen con alguien mas, especialmente si ese alguien es tu hermano, pero eso tampoco es culpa de Ryuya y lo sabes. A veces incluso me da la impresión de que solo discutes con él porque tu orgullo no te deja decirle a tu hermano cuanto lo aprecias en realidad.

-No es así- le dijo él.

-A no- dijo Claudia con tono dudoso- Hagamos una suposición y no tienes que darme una respuesta a mí, solo debes meditarla en tu cabeza.

-¿Qué suposición?- preguntó Yamato.

-Supongamos que, Dios no lo quiera, a Ryuya el día de mañana le ocurriera un accidente y falleciera. ¿Cómo te sentirías de no haber podido hacer las paces con él?¿Te arrepentirías del tiempo que perdiste peleando con tu hermano en lugar de arreglar las cosas con él y tratarse como la familia que se supone que son? O ¿Te daría igual perder a tu único hermano?

Yamato, se quedó sin palabras.
Nunca se le había pasado por la cabeza que algo así pudiera llegar a ocurrir.

-Sabes, la vida a veces es demasiado corta- le dijo Claudia- Es por eso que siempre debemos de decirle a nuestros seres queridos cuanto los queremos, hacer lo que nos hace felices, arriesgarnos a dar el siguiente paso, tratar bien a quienes nos rodean, para que el día en veamos partir de este mundo a quienes queremos o debamos partir de este mundo, no tengamos nada de que arrepentirnos.

Entraron a la habitación de la chica y Yamato, llevó a Alex a su cuna para acostarlo en ella.
Se había mantenido en silencio, escuchando lo que Claudia le decía y reflexionando sobre eso.

Ya tenía las respuestas a todas sus preguntas pero, no se las diría a Claudia, se las diría a Ryuya.

-Se lo que debo hacer- le dijo Yamato- Gracias.

-No me lo agradescas. Tu fuiste mi soporte en varias ocasiones, era mi turno de ser el tuyo- le dijo Claudia.

Se despidieron y ambos fueron a dormir.

A la mañana siguiente.
Yamato se despertó mas temprano que de costumbre para hablar con Ryuya.

Si bien las cosas aun estaban un poco tensas con ellos eran mas por haber perdido la costumbre de tratarse mas cercanos que por que se guardaran algún rencor.
Habían hecho las paces, después de mucho tiempo, finalmente habían dado un paso para tratarse como los hermanos que eran.

Después de que todos terminara de desayunar, Hyuga, se acercó a Claudia.

-Esta mañana, Yamato vino a hablar conmigo e hicimos las paces finalmente- le dijo a Claudia- Solo quiero saber si realmente era necesario asesinarme en tus supocisiones para lograrlo.

-Lamento haberte matado en mi suposición pero era necesario hacerle entender las cosas a Yamato y era la mejor forma de hacerlo- le respondió Claudia.

-Claudia. Gracias- le dijo Hyuga- Gracias por devolverme a mi hermano.

-Él siempre fue tu hermano, nunca dejó de serlo, solo se perdió un poco, yo lo único que hice fue decirle cual era el camino, él fue quien decidió seguir el camino- le dijo Claudia.

Hyuga, simplemente sonrió de forma sincera.

Continuará...

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Aquí esta el siguiente capítulo de esta historia.

Espero que les guste.
Gracias por leer.
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Les mando un abrazo.
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