Mini-Novela. Indisciplinados (Larry Stylinson)

Parte IV

Bueno, que comience el juego, pensó. Ya no podía retroceder, cualquier Dominante sabia que si prometía algo lo cumplía. Además, que nunca se debía echar para atrás a la hora de dar un castigo. Así que suspirando, Louis acepto el reto.

-Quítate los pantalones.-dijo con un gesto de desinterés, pero sin perder la firmeza de una orden.

-Espera... ¿que?- el rizado abrió la boca y parpadeo rápidamente. Totalmente descolocado.

-Ahora parece que el sordo eres tu. He dicho que te quites los pantalones, no lo repetiré una vez mas, si me haces hacerlo recibirás otro castigo.- respondió con simpleza.

-Yo...- 

-¿Te estas arrepintiendo, Styles?

Me lo busque yo mismo, se dijo mentalmente Harry, debo afrontar las consecuencias supongo. Solo que... ¡Dios! Si antes trataba de ocultar su nerviosismo ahora no había jodida manera. Podía lucir malote por fuera pero por dentro el sabia que quería un jodido castigo de esta clase, alguien que le ponga en su lugar de vez en cuando. De solo pensarlo le calentaba. El había leído sobre el BDSM, demasiado. Y ahora se haría realidad su fantasía mas prohibida, mas oculta, que nadie sabia. El deseaba ser castigado por su caliente profesor. No tenia porque seguir ocultándolo. Lo necesitaba.

Asintiendo despacio, el respondió:

-Si, profesor.- y comenzó a sacárselos.

Louis fue a cerrar la puerta y cuando volvió, se apoyo en su escritorio, esperando. El rizado ya había aceptado y no sabia que pensar sobre ello, así que decidió no darle mas vueltas al asunto. Terminaría confundiéndose mas y posiblemente, decepcionado. Negando, fijo sus ojos en las grandes manos del rizado, bajando sus pantalones. Al ver que los zapatos interferían, el añadio:

-Zapatos y medias fuera, también.-

El menor asintió y prosiguió a desatarse los cordones, retirarse los zapatos para próximamente deshacerse de las medias. Dejo las cosas a lado y finalmente quitándose el pantalón, dejo ver un boxer negro que resaltaba su estrecho trasero. Louis mordió su labio inferior, era una vista malditamente caliente. Tratando de no perder la compostura, siguió dando ordenes.

-Date la vuelta, apoya tus manos en la mesa e inclínate.-

Cumpliendo con lo ordenado, Harry se movió impaciente. Necesitaba que lo tocara, aunque sea un roce. Sentía como si su cuerpo ardiera bajo esa penetrante mirada azul. Obviamente, su profesor no dejo pasar su comportamiento y le ordeno que se quedara quieto. Bufando el asintio nuevamente. Y de pronto "¡Plaf!" su trasero, ardía. Frunciendo el ceño, hizo ademan de girarse pero otro golpe siguió al anterior produciéndole un quejido. 

-Compórtate. Quédate quieto hasta la próxima orden y haz silencio. ¿Entendiste?

-Si, Louis... ¡Ah!- un grito no muy masculino salio de sus labios. Pero en el fondo agradeció que haya dejado la regla en algún lugar del salón.

-Profesor Tomlinson, Señor o Amo, para ti.

Apretando los dientes, asintió. ¿Para cuando la diversión?

-Dilo.

-Pero dijiste que me...-otro golpe mas.- ¡Auch! ¿Ahora por que?

-No me tutees, y mucho menos me repliques. Solo obedéceme y tendrás lo que buscabas. ¿Comprendido, Harold?

-Si, Profesor Tomlinson.- gruño.

-Es una mejora, aunque el tono no me gusto tanto. Ahora...- acaricio las nalgas de Harry, cortándole la respiración.