Los cuentos de hadas no siempre tienen un final feliz

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—¿Podemos no terminar?— Pregunto León mientras lagrimas amenazaban con salir de sus tristes ojos.

—No podemos...— Pob intentaba que su voz no se quebrara—No puedo atarte a mi, ni siquiera se cuando volveré—volvió a explicar con voz suave.

—Te amo P'Pob— sus manos fuertemente apretadas en puño a cada lado evidenciaban el amor contenido, cuanto le estaba costando a León no abrazar al más bajo.

—Yo también te amo León— trato de que su voz  saliera lo más tranquila y sincera que pudiera. Debía hacer esto lo menos difícil posible para el menor, no podía dejar que desperdiciara su tiempo en una relación a distancia y no disfrutara la vida por la cual había vuelta al país.

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Miraba por la ventanilla mientras el avión despegaba, en una mano sujeta con fuerza el pequeño gatito regalo de León. Sentía una mezcla de sentimientos tristeza, ya extrañaba a ese chico que solo formo parte de su vida unos pocos meses pero que consiguió llegar a lo profundo de su corazón aunque al comienzo lo quiso negar. Hubiera sido fácil renunciar al trabajo por amor y buscar otro similar mas cerca pero era demasiado realista sabia que se arrepentiría de perder esa oportunidad. Así como sabia que no podía dejar que León  lo acompañara y renunciara a lo que había vuelto a Tailandia, recordaba el brillo en sus ojos cuando le hablo lo solo que se sentía viajando de un país a otro con su madre sin nunca poder tener un vinculo real con las personas. El menor estaba buscando lo mismo que el, un lugar donde pertenecer y poder llamar hogar.

 Pero antes quería encontrarse así mismo, ese había sido su pensamiento cuando aplico para el trabajo quería estar lejos; donde no era el chico que creció en un orfanato o el hijo adaptado de alguien o el chico que volvió a quedar huérfano. Sabia que su pasado lo convirtió en quien es ahora y que eso no definía su futuro solo quería ver las cosas desde una perspectiva diferente. Lo único de lo que esta seguro es que quiere ayudar a los niños menos afortunados pero todavía tenia la pregunta si realmente podría convertir eso en su profesión tal vez abría otras formas, tal vez podría dedicarse a otra cosa y en su tiempo libre hacer voluntariado como lo estuvo haciendo durante la universidad. Nunca tuvo algo que lo apasione de verdad, en el orfanato tenia muy pocas actividades que no fueran de "extremo necesarias para conseguir un mejor futuro". Cuando fue adaptado seguía yendo los fines de semana a pasar tiempo con los niños con los que creció, su padre adoptivo lo inscribió en varias actividades extracurriculares para que encontrara algún pasatiempo más pero lo único que le termino interesando fue la natación hasta ahora nadar lo relajaba despejaba su mente. No quería ser una de esas personas que tan solo aceptan tener una vida vacía, su padre adoptivo siempre le hablaba sobre buscar algo que amara hacer que podría o no convertirse en su profesión pero que la encontrara, que no solo fuera por la vida de forma silenciosa tratando de no molestar como un niño bueno que trata no estorbar.

 —Eres mi hijo Pobphan y no necesitas ser perfecto para serlo, si no tienes las mejores calificaciones o si tienes problemas con tus compañeros de clases eso no me hará cambiar de idea... esta bien que a veces no quieras comer lo que cocine o te enojes porque quieres seguir despierto hasta tarde tienes derecho de sentir, de enojarte o estar triste... no tienes que aceptar y hacer lo que yo o otras personas esperan de ti tal vez el orfanato te hizo creer eso pero no es así seguirás siendo un buen chico y mi hijo aun con tus propias ideas y deseos—. Podía recordar de memoria esa conversación, en ese momento no entendía porque su padre adoptivo siempre insistía con eso ahora sabia que le molestaba que fuera tan obediente y correcto, nunca le alzo la voz o lo contradijo. Mientra miraba como el cielo ya oscurecía a través de la ventanilla se hundió aun más en sus pensamientos, su padre adoptivo siempre pensó que hacia lo que todos esperaban porque buscaba aprobación pero la realidad es que él simplemente nunca se sintió seguro de lo que quería nunca había deseado algo con fuerza como para enfrentarse le. O si hubo una vez ahora que lo pensaba bien, unas semanas antes que se sentaran en el suelo de su habitación y le dijera sobre su enfermedad, su padre le había programado una cita con una nueva siquiatra en ese momento ya tenia una vez a la semana una cita con la siquiatra de la preparatoria.—No iré, no quiero hacerlo— su padre solo lo miro atónito e intento disimular la emoción de ver una reacción fuerte por parte suya.—Esta bien, si no quieres hacerlo no te obligare por ahora— su padre aunque estaba cediendo uso un tono serio de advertencia. En ese momento no quería tener a otra mujer sombría preguntándole y presionando por que se hiciera amigo de los chicos que hacían chistes sobre como sus padre biológicos lo abandonaron y huyeron o que habían preferido morir a tener un bicho raro y mudo como hijo, sabia que el que hablara sobre ello solo llevaría a más problemas como cambiarse de preparatoria o que los niños se volvieran mas insistentes su estrategia de ignorarlos iba bien ya casi ni se molestaban. Su padre en ese entonces seguramente quería tener ayuda para darle la noticia de que en poco tiempo volvería a estar solo, después de recibir la noticia no tuvo otra opción que asistir a las cesiones sabia que su padre tenia suficientes con su enfermedad y el que él estuviera hablando con un profesional sobre la inminente partida era algo que lo tranquilizaría. 

Llevaba mucho tiempo sin pensar en su padre adoptivo, este viaje lo recordaba a él que vivió gran parte de su vida viajando le había contado que sus vacaciones de la infancia siempre iba al extranjero en la secundaria iba a excursiones con el colegio y cuando llego a la universidad y perdió a sus padres decidió terminar sus estudios lejos de cualquier cosa que le recordase su perdida, no había vuelto a Tailandia muchos años después para reconciliarse con su pasado y formar una familia.  Le había contado lo difícil que le fue volver al país sabiendo que no tenia familia o amigos pero se había decido a ser un buen padre y tener una familia amorosa como en la que creció, busco alguien con quien construir un hogar pero se rindió pronto y decidió que no necesitaba una esposa para tener un hijo fue entonce cuando lo encontró dibujando solo en uno de los pasillos del orfanato. Su inocente yo de ese entonces pensó que tal vez los cuentos de hadas se hacían realidad y que tendría una larga vida feliz en un hogar de verdad.

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Bueno este seré un fic corto que estará mas enfocado en Pob y su buscada en su nuevo trabajo hasta que regrese a Tailandia ¿y con León? son bienvenidas opiniones y criticas constructivas.


home Sweet Home LeónPobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora