Deseo

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Te pido leas las advertencias de nuevo. Lamento los errores de escritura.

La historia y personajes son originales, y míos. Algún cambio o publicación en otro lugar no esta permitida.

Gracias por dar click y disfruta la lectura.

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Dion tenía una fijación con ser un tanto exhibicionista. Desde que comenzó a experimentar con su sexualidad a los 17, para un chico tan lindo como él; de facciones delicadas, labios carnosos y unos coquetos ojos de un color ámbar, cada noche que salía con su mejor amigo Jules (y alma gemela pues compartían de todo, incluso algunas caricias afectuosas cuando estaban necesitados) quién era igual de hermoso que Dion, era más que pan comido el conseguir chicos que comieran de sus palmas y divertirse de las maneras que más deseaban, claro, siempre protegiéndose. A cada evento o fiesta que asistían conseguían estos ligues y buenas folladas , lo que implicaba que en más de una ocasión los haya visto uno o dos extraños que buscaban una habitación sola, para tener la misma diversión que él estaba teniendo. Poco a poco esto fue haciendo que Dion desarrollara un gusto por exhibirse. Obligando a que sus conquistas lo tomaran en lugares abiertos, como el patio de casa ajenas, en parques cercanos o (uno de los lugares más expuestos donde se había divertido) en un auto que estaba en la acera enfrente de la casa en donde estaba siendo la fiesta.

Claro que, al tener 19 años y haber tenido millones de experiencias, tanto buenas como malas, cada vez le era más difícil y tedioso eligir parejas sexuales para pasar la noche, nada ni nadie podía satisfacerlo por completo, cosa que lo hacía sentirse más caliente, haciendo que comenzará a tocarse disimuladamente en clases, poniéndose bragas que lo hacían sentir bonito y que combinarán con su falda escolar. Llegando hasta el punto de frotarse contra el asiento, a mitad de clases con todos sus compañeros solo a pocos pasos de él, en ocasiones dejando mojado de pre-semen su asiento, para después meterse al baño y cambiar su ropa interior para subir al autobús con su mejor amigo. Todo era así hasta que un día cambiaron al conductor del autobús que lo llevaba a casa.

Aún recuerda el día que lo vio por primera vez. Al terminar clases, Dion y Jules se subían al autobús, se sentaban en el asiento del fondo, y al ser Dion el último en quedar en el bus, pues era el que vivía más lejos, tenía tiempo solo. Pero ahora que el conductor había cambiado, sentimientos de excitación comenzaban a crecer en el estómago de Dion. No solo porque el conductor había cambiado de un vejete de 65 años a uno de 30, sino que este nuevo conductor era alto, con una personalidad y ojos fríos, pues ni siquiera miraba a los estudiantes que lo saludaban mucho menos contestar el saludo. Cabello negro y unas manos, largas y esqueléticas pero marcadas y anchas, que hacían que Dion las imaginará apretando sus cintura y a el conductor arremetiendo sus caderas contra su entrada, haciéndolo gemir y temblar de placer.

Aunque Dion tuviera este tipo de fantasías, sabía que llevarlas a cabo era muy arriesgado... Misma razón que empujó a Dion a querer hacer algo al respecto cuando su mejor amigo le contó que el conductor solo era temporal y no uno permanente... Y que solo trabajaría para la escuela por dos semanas.

Así que Dion decidió comenzar con cosas sutiles para llevar a cabo su plan. Usando bragas de encaje que no dejaban nada a la imaginación, cuando subía al camión y se ajustaba su falda, enseñaba su ropa interior, o simplemente levantando su falda descaradamente, haciendo que el conductor levantará la mirada más de una vez. Y cuando Dion se despedía, con un beso en la mejilla, de Jules en la penúltima parada. Quedando solo Dion y el conductor; Dion subía su falda y enseñaba su ropa interior, subía las piernas al asiento y las abría, mostrándole todo al conductor que solo lo miraba por el espejo sin hacer nada al respecto. Tras pasar la primera semana fallando, al no obtener lo que quería. Dion decidió dar un primer gran paso al comenzar la última semana en la que estaría el conductor. Después de llegar a la penúltima parada, al quedar solo, volvió a subir sus piernas al asiento, pero esta vez comenzó a sobar su miembro por encima de sus panties. Masturbando su miembro semi-erecto, y comenzando a soltar gemidos y suspiros temblorosos, que eventualmente hicieron mirar al conductor por el retrovisor. La mirada tornándose oscura y hambrienta, excitando más a Dion, que comenzaba a bajar su mano de su miembro a su entrada que se contraía por el anhelo de ser tomado ahí mismo. Sus panties comenzaban a mojarse y la rosada cabeza de su miembro saludaba por encima del elástico de sus bragas, haciendo una presión contra ella, resultando en Dion quitándoselas y mostrándose por completo, mientras masajeaba con más viveza su falo. Llevó dos dedos a su boca y comenzó a chuparlos ansiosamente. Sin apartar la mirada del retrovisor, donde el conductor le sostenía la mirada que parecía querer devorar hasta la última pieza de él. Dion lentamente sacó sus dedos, ahora empapados en saliva, de su pequeña boca rosada, para comenzar a estimular su entrada, soltando gemidos más altos. Y sin poder esperar más, introdujo dos dedos en su entrada, penetrándose a sí mismo, sus caderas se retorcían al acelerar el movimiento de sus dedos. Sus lágrimas de placer eran ahora acompañados por sus alaridos cada vez más altos y largos, además del sonido húmedo que producía su entrada, sus dedos entraban cada vez más adentro suyo golpeando frenéticamente su próstata, Dion estaba disfrutando mucho aquello, más cuando la mirada del conductor no parecía apartarse de él cosa que lo hacía sentir aún más caliente. Dion comenzó a estimular su miembro, y pronto su cuerpo tembló mientras cerraba sus ojos con fuerza y su entrada se contraía; de un golpe su semilla se encontraba regada en parte del suelo del autobús. Dion tomó aire y al abrir sus ojos, se dio cuenta de que estaban en su parada. Volviendo un poco a la realidad, subió su ropa interior y tomó sus cosas, apresurandose hacia la salida del bus. Justo antes de bajar paró en frente del conductor, el cual lamentablemente para Dion, pues no había reaccionado como él quería y seguía solo viéndolo con una mirada hambrienta, aunque podía decirse que sintió una pequeña victoria al ver un gran bulto marcado en los pantalones del conductor. Sonrió y dejó un beso en la mejilla del conductor, aún sonrojado por su orgasmo

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