Trasplante de corazón ♡︎ (Minsung)

14

Bang Chan terminó por dejarse guiar, aunque intentando estar aún consiente por si pasaba algo poder estar pendiente.

– Channie~ ¿te nos unes? –dijo con hipo entre risas el castaño de ojos brillantes cómo los de un cachorro emocionado por ver a su dueño.

– No... jueguen ustedes. –contestó el rubio de chinos igual con hipo por el alcohol.

– Honnie~ no me acaricies así... –susurró Jisung cerca del oído de Minho intentando no gemir por las caricias de las manos de aquel pelinegro en la espalda del castaño por debajo de su suéter.

– Pero eres muy suave~. –le respondió el pelinegro tomándolo de la cintura con una mano pegándolo por completo hacía él.

Jisung se encontraba sentado en las piernas de Minho mirándose cara a cara mientras Minho seguía acariciando su desnuda espalda dándole algunos besos en el cuello, estos besos ya no eran los tiernos y pequeños besos de antes, estos eran más húmedos incluyendo la lengua del pelinegro a veces dejando algunas pequeñas marcas mientras Jisung contenía sus gemidos apoyándose de los hombros del pelinegro así aferrándose mordiendo su labio inferior dejando salir leves jadeos los cuales apenas podía escuchar Minho.

– Honnie...~ están los chicos acá... –intentó hablar Jisung entre jadeos avergonzado y mirando a los ojos de Minho el cual lo miraba con una pequeña sonrisa de lado, una sonrisa pícara, se notaba de lejos que el pelinegro se comía al castaño con la mirada.

– No antojen. –se burló el rubio de melena larga causando risa entre los otros chicos.

– ¡Chris haz algo para pararlos y que nos pongan atención! –dijo el pecoso frunciendo el ceño haciendo un ligero berrinche causándole ternura al mayor.

– Bien, bien~. –asintió Bang Chan mientras le revolvía el cabello a Felix.

El australiano de chinos se acercó a la parejita separandolos haciendo que estos abuchearan un poco.

– Suficiente, han estado casi una hora besándose, denle a sus bocas un respiro. –les dijo Chan de nuevo hipando.

– Pero Channieeeeee~. –le contestó Jisung haciéndole un ligero berrinche volviéndose a acercar a Minho para tomar su brazo y abrazarlo.

– Vamos Hannie, juguemos con los chicos. –le habló el pelinegro con una sonrisa en su rostro mientras el castaño asentía.

Se sentaron en el suelo los 7 chicos formando un círculo tomando la botella para comenzar a girarla, afortunadamente la parejita conocía perfectamente a sus amigos así que se acomodaron de tal forma que salga cómo salga les tocaría sí o sí besarse entre ellos sin necesidad de besar a otro más.

Todo iba bien, aunque cuando le tocaba a Bang Chan él simplemente permitía besos en la mejilla ya que no quería meterse en terreno peligroso con menores, sabía bien que legalmente él no era mayor de edad en Corea pero también sabía perfectamente que estaba mal alguien de 18 años besándose con chicos de 15 años los cuales encima estaban borrachos.

Se habían terminado toda la botella entre los 7 chicos y estaban de lo más feliz, nada podía arruinar la noche...¿verdad? No es cómo si Jisung tuviese más de una enfermedad las cuales le prohibían estrictamente ingerir cualquier tipo de alcohol por más mínimo que fuera. En ese momento Jisung sintió su celular sonar, era una llamada de su madre, cuando leyó el contacto todo el alcohol que tenía en el cuerpo se le fue y empezó a callar a todos, paró la música y contestó la llamada suplicando que sus amigos no hicieran o dijeran nada malo a lo que estos asintieron.

– Cariño, ¿dónde están? Papá y yo llegamos pero no los encontramos, no avisaron que saldrían. –habló una voz un poco preocupada.

– Oh, vinimos a casa de Bang Chan, el chico australiano del que te hablamos, no sabíamos que llegarían hoy así que por eso no avisamos. –respondió el castaño dejando salir accidentalmente un pequeño hipo.