Siguen pasando los días y la soledad aumenta con una frialdad afluente que no deja llegar nuevas facetas que llene de luz el alma aterrorizada de Cristina, para que se sienta cómoda y descansada de tanto dolor que lleva adentro por tantos años. Quizá en este preciso momento todos la estén señalando de una asesina en crimen, pero nadie sale la realidad de las cosas ni el por que ni como fue. Todas las opiniones hacen que Cristina no tenga armonía ni se sienta viva.
Al recordar que no pudo pasar la Navidad con familia ni con sus queridos hijos se pone melancólica y bebe dos copas seguidas acompañadas por un cigarrillo y por una canción que recuerda su hogar "Querida".
A este desgarrador momento no le faltaron las lágrimas y los recuerdos tanto buenos como malos que vivió en aquél lugar. "Nada cambio para bien" repite una y mil veces Cristina con una copa en la mano a punto de caer por su debilidad y agotamiento.
-Mirame; estás son las lágrimas que aún sigues causando en mi, maldito Rubén.
Decía y decía Cristiana hasta caer en su sala.
Al día siguiente se levantó, con un dolor fuerte en el brazo, donde noto que se había lastimado con el bordo de la mesa al caerse por su mal estado alcohólico. No se siente bien ni quiere pararse para curarse o tomar una ducha fría que le quite todo, solo quiere permanecer acostada hasta que pasen las horas y se sienta un poco fuerte. El alcohol y su vicio rotundo del cigarrillo la tienen débil, con unas ojeras marcadas a lado y lado. Al igual no le importa mucho verse bien, no sabe que hacer con claridad, no se propone a sentirse renovada, saludable ni feliz. No quiere estar en un mundo tan lleno de crueldad pero tampoco quiere hacer lo posible para estar en uno tranquilo y con un vibrante mágico.
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Mar de lágrimas
Cerita PendekUna pareja que nunca obtuvo felicidad, una mujer que solo recibía maltratos por su esposo constantemente lo cual la hizo tomar una decisión fatal.