❝𝗩𝗲𝗻 𝗔𝗾𝘂𝗶́, 𝗬 𝗔́𝗺𝗮𝗺𝗲❞

𝑫𝒐𝒄𝒆

Después del beso Minho no dijo mucho, nada en realidad. Sólo le había sonreído a medias para Changbin, le tomó la mano y lo encaminó a su casa. Para el castaño estuvo bien, ese era un pequeño gran avance, sabe que tampoco Minho va a estar besándolo a cada rato. El alfa necesitaba acostumbrarse a la idea de que eran alfa-omega.

Para el miércoles Minho estaba más pegajoso que nunca. En el receso se pasaba con la cabeza enterrada en su cuello, olfateando. Gruñía cada vez que alguien le hablaba al más bajo, no importaba si era beta o un omega como él. Changbin no se quejaba, por él estaba perfecto así.

Ahora están sentados en las mesas de la cafetería, Seungmin también está, porque dijo ahora eran sus nuevos amigos. Minho no lo soportaba, él era el que más le hablaba a Changbin y lo estaba provocando.

"Ehhh, Minho" Changbin acaricia la mejilla del alfa, llamando su atención, sólo hace que el rizado ronronee. "¿Puedes ir a comprarme una malteada?"

"Que vaya Seungmin" aspira fuerte.

"Pero no creo que quieras que otro alfa me compre cosas..."

"Está bien" molesto de tener que dejar el calor del omega, se para, yendo a la caja.

Changbin voltea hacia Chan, alzando su ceja.

"Es su celo" dice obvio. "Se está acercando y necesita olerte para que a la hora de, ya sabes, hacerlo, su alfa te reconozca y no te haga daño"

"Oh" asiente en compresión. "¿Crees que Minho lo quiera pasar conmigo?, ¿o llamará a alguien?"

"Pienso que primero te dirá que no porque tendrá miedo de lastimarte. Pero si tu quieres pasarlo con él y lo convences de que no te hará nada... tal vez lo logres"

"Y si no pasa, ¿llamará a alguien?"

Chan niega.

"No lo creo" come un chocolate, de esos que Minho le regaló a Changbin, y el castaño le da un manotazo. "Su alfa se volvería loco de oler a otro omega que no seas tú. Así que, si no eres tú, no es nadie"

Chan termina de comer el chocolate y a Changbin ya no le importa. Muerde sus uñas, pensando. Que Minho no llame a nadie más le calmaba un poco, pero sabiendo el dolor que iba a sufrir, lo alteraba de nuevo. Tenía que convencerlo.

"Toma" el alfa rizado asienta la malteada de vainilla en la mesa, sentándose a su lado y poniendo su cabeza sobre su hombro.

"Gracias, Minho. ¿Cómo sabías que ésta era mi favorita?"

El ojiverde gruñe.

"Era la única que había"

Changbin se ríe por lo bajo, sabía que era muy bueno para ser verdad.