49🍃

1.2K 88 34
                                    

Severus encogió la maltrecha caja de cartón que estaba posada en su viejo sofá y se la entregó a Hermione. Le echó una breve mirada cuando ella atravesó el Floo, pero cuando sus ojos se encontraron, apartó la mirada a propósito.

Nunca había imaginado que dejar la casa de Spinner's End fuera tan difícil. Después de todo, había vivido en Hogwarts la mayor parte de su vida, y nunca había tenido un verdadero sentido de pertenencia en la casa. Tenía más recuerdos tristes y deprimentes que felices, y estos últimos tenían que ver con Hermione y su primera noche juntos en su antiguo dormitorio.

Subió las escaleras y entró en su laboratorio. Pero ya no era su laboratorio. Todo el equipo estaba ahora ordenado en cajas y listo para ser instalado en la extensión de la Casa de la Colina. No era una ampliación creada por la varita, sino que había sido construida correctamente por su insistencia. La ampliación mágica estaba muy bien, pero siempre existía el riesgo de que se estropeara en momentos inoportunos, y Severus no se fiaba de ella. Los ladrillos y la argamasa tenían más integridad, y la seguridad tenía que ser prioritaria, sobre todo si Donovan iba a ayudar en el laboratorio cuando fuera mayor.

Severus pasó la mano por el polvoriento banco de trabajo. Imaginó que lo tirarían con el resto de la casa cuando las excavadoras se mudaran, y no podía decir que lo lamentara. No podía imaginarse a una familia viviendo felizmente en la casa donde la mancha de su pobre e infeliz infancia le había seguido como un espectro.

En su dormitorio no quedaba ningún mueble. Hermione había insistido en donarlo todo a la caridad de la iglesia local, y lo único que quedaba era la raída alfombra y las viejas cortinas mohosas. Severus miró por la ventana. El terreno de los matorrales estaba ahora rodeado por una valla metálica en la que se veían los letreros de una empresa de construcción local y de una agencia inmobiliaria. La zona estaba destinada a la construcción de nuevos edificios, viviendas asequibles y apartamentos de lujo. Todo Spinner's End habría desaparecido a finales de año.

Severus suspiró. Se preguntó cuán diferente habría sido su vida si hubiera nacido en una familia de sangre pura. Lucius había llevado una vida encantada, pero sólo había conseguido riqueza y estatus con otros sangre pura. No era feliz. No de la manera en que Severus era feliz. No. Su vida había sido la adecuada para él, pues sin ella no estaría donde estaba ahora.

Mientras bajaba las viejas y rotas escaleras por última vez, Severus dio las gracias en silencio a la casa de Spinner's End. Había traído a Hermione hasta él, de una manera extraña e indirecta. Por eso le estaría eternamente agradecido.

Hermione esperaba ansiosa junto a la puerta de la Casa de Colina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hermione esperaba ansiosa junto a la puerta de la Casa de Colina. El taxi llevaba un retraso de unos cuatro minutos y Donovan se estaba aburriendo.

"Abajo" dijo con firmeza.

"No" dijo Hermione, distraída, mientras aguzaba el oído en busca del sonido del coche. Finalmente, vio un viejo motor azul que avanzaba por el carril, y medio rió y medio maldijo en voz baja.

🎉 Has terminado de leer 𝐶𝑎𝑏𝑎𝑛̃𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑙𝑖𝑛𝑎 (𝑆𝑒𝑣𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒) 🎉
𝐶𝑎𝑏𝑎𝑛̃𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑙𝑖𝑛𝑎 (𝑆𝑒𝑣𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora