Cap. 5

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Félix se despertó en la mañana tan fresco como una lechuga, preparó su desayuno y tomó su café sin sal y vinagre, aún estaba tomando medicamentos por la infección que eso le causó, en fin.
Eran las 7:35 cuando miró su reloj, vió las escaleras que llevaban hacia arriba y se mordió su labio indeciso por si ir a dónde estaba Christopher y ver qué es lo que estaba haciendo.
Suspiró y miró al suelo y luego alzando la vista subió las escaleras para entrar a la recámara de Chris.

Abrió la puerta cuidadosamente y vió a Christopher acostado en su cama boca abajo, su espalda estaba descubierta y las sábanas lo tapaban solo medio cuerpo, Félix frunció el cejo y camino despacio hasta donde estaba.

Vió la camisa de la pijama tirada cerca de la puerta del armario, volteó a ver a Christopher y se asustó mucho cuando vió sus orbes cafés mirarlo.

- ¿Siempre eres así de entrometido? - preguntó Chris.

- ¿Disculpa? ¡Vine a ver si estabas vivo, ayer llegaste de lo peor tanto que ni siquiera sabías tu nombre! - contra atacó Félix.

Chris rodó sus ojos y se dió la vuelta, trató de sentarse pero en eso una fuerte punzada en sus cienes lo hicieron gruñir de dolor y cerrar sus ojos con fuerza.

- ¿Que demonios pasó? - habló casi confundido.

- ¡Ah ¿Quieres saber? Perfecto, llegaste a casa sin conocimiento alguno, fuiste a beber con tus nuevos amigos y te trajo el más cuerdo de ellos.

- ¿Enserio?

- Si - afirmó Félix molesto.

- ¿Estás molesto?

- ¡Por supuesto que no! Yo no soy quien perderá el trabajo si no llega presentable a la reunión, somos los que llevamos las ganancias y dinero de la empresa y te dije que llegaras temprano para que tuvieras todo listo, en cambio llegaste a casa lo más ebrio que se pudo y ahora sí no estás listo en menos de 15 minutos te quedas sin trabajo - Chris se quedó callado al escuchar aquello - Me voy, has lo que quieras.

Félix salió de la habitación y cerró la puerta tras su espalda.

Christopher se quedó en su habitación con mucho silencio y segundos después escuchó los pasos de Félix al bajar las escaleras, no supo muy bien que hacer o como reaccionar, su celular sonó unos minutos más tarde, leyó el mensaje en su bandeja de entrada.

Lee fastidioso Félix

|Date prisa, no tengo tu
tiempo, te espero en el auto.

Christopher rió y salió de la cama como resorte para ir a cambiarse y verse lo más presentable posible en esa reunión.






- Jieun por favor tráeme los expedientes de los aspirantes a dirigentes de las campañas.

- Por supuesto señor Im, con permiso.

Jieun salió de la oficina con rumbo a las salas donde guardaban todos los expedientes, mientras iba pasando en el pasillo, desde lo alto, pudo observar aquella camioneta negra, se quedó unos segundos mirando y vió bajar al administrador y contador en jefe de ese auto, al ver aquella cabellera color miel se emocionó un poco y sonrió al recordar lo que había pasado la noche anterior, sin perder más tiempo continuó su camino.


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HASTA QUE EL TRABAJO NOS SEPARE | Chanlix | •editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora