¿Qué harías si tuvieses que fingir un noviazgo con la persona que más odias en el mundo para salvar tu reputación?
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"Alex se ve obligada a fingir un noviazgo con su peor enemiga, una influencer que resulta ser demasiado encantadora, mientras que l...
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Vamos a resumir lo que quedó de esa noche; es necesario ya que ocurrieron demasiadas cosas.
En primer lugar, mi mamá se las ingenió para hacer creer a las personas que nuestro encuentro fue una muestra de lo buena que soy en teatro. Cosa que no era cierta, ya que no sirvo ni para respirar.
Segundo, pude comerme mi pastel de frutas, algo esencial.
Tercero, la señora a la cual casi atropellé al inicio de la velada resultó ser la directora del instituto e insinuó que le caía bien. Mi madre se sintió en las nubes, y me perdonó el desaire que le había hecho.
Cuarto, Jade y yo tuvimos que bailar, y según ella, necesita que un doctor revise sus pies porque no puede sentirlos ahora. Aunque, debo confesar que si la pisé varias veces... eh... consciente de ello.
Quinto, me comuniqué con Noah, el chico al que le había dado la patada en los huevos.
Sexto, Monserrath no ha querido hablarme desde nuestra pequeña plática de ayer, y ver como Jade la consolaba después en la sala de estar del palacio me hizo sentir algo desagradable en el pecho.
Casi todo iba a la perfección, pero lastimosamente no duró mucho. ¿Cómo iba a hacerlo? Nunca me dejaban en paz.
Mi madre me llamó a su oficina a tempranas horas del día y allí me enseñó un periódico en donde Noah y yo éramos la portada. Estábamos tomados de la mano, pero supuse que era photoshop ya que eso nunca ocurrió en todo el rato que estuve con él.
—¿Qué es esto, Alexia? —Mi madre me tira el periódico con una calma que resulta ser demasiado aterradora.
No supe qué responder. No podía moverme, no podía hacer nada. Solo podía leer y volver a releer lo que expresaban ahí de mí. ¿Así me veía la gente?
Pero, lo peor no fue eso. Lo peor de todo fue el titular.
La princesa Alex de Freydale se retirará de la familia real y todo lo que conlleva a ella.
El artículo hablaba sobre cómo engañaba a mis padres para verme con un rebelde de los suburbios. Me definían como una persona castrosa y molesta, poco suficiente para recibir la corona. También hablaban sobre mi supuesto amorío con el chico y como eso me llevó a la decisión de dejar la familia real.
Todo esto, un día después de haber aceptado la corona frente a todos y haber prometido guiar Freydale.
Si, realmente estaba muy jodida.
—Ya sabes lo que tienes que hacer, ¿no? —cuestionó ella, mirándome con calma desde su escritorio.
Tragué saliva reparando en lo que eso significaba.
—Sí, madre. ¿Cuándo?
—A más tardar hoy si no quieres ver tu reputación por los suelos, Alex.
