IX

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Narra: Taiju




Salimos con cuidado de derrapar por el camino de hielo, sentía como me calaba el viento frio en los huesos, Urara venia abrazada de mí, aferrada a no caer.

Entonces llegamos a mi casa.

Rogué que no estuvieran mis hermanos.

Por fortuna, así fue, no habia nadie.

Entramos y le dije que esperara en la sala, subí a mi cuarto a darme una ducha, tomar dinero y pensar en que haría.

La amenaza de su hermano solo fueron palabras, pero si lo pienso bien, hablaba en serio, aunque me costara reconocer que yo también puedo ser así de violento (aunque al menos no era un depravado), como sea, necesitaba pensar.






Narra: Urara.



Me encontraba en silencio, con el estómago revuelto, Taiju quería llevarme a desayunar, pero temí vomitar de los nervios, así que me negué.

Con la poca batería que le quedaba a mi teléfono, me dispuse a leer todos los mensajes con amenazas que dejo mi hermano. Había mandado gente a buscarme, y me temí lo peor.

Taiju estaba serio y a penas me dirigía la palabra.

Estaba muy asustada.

Mi corazón salto por un momento de mi boca cuando escuche la puerta de la entrada abrirse.

Una chica y un muchacho entraron a la casa serios, pero el gesto de ambos cambió a sorpresa al mirarme pálida y temblando en la sala.

X: ¿Estas bien? – pregunto la chica y solo pude asentir con la cabeza, ella le susurró algo al muchacho y este se fue a la cocina a hacer no sé qué cosa, mientras tanto, ella se presentó y me presentó a su hermano, el cual estaba serio y solo saludo con la palma desde la cocina.

Yuzuha: Ignóralo, él es así con las chicas. – me sonrió amable- entonces, eres amiga de Taiju.

Urara: Si, así es.

Yuzuha: ¿Te ha secuestrado? – dijo preocupada y se hinco frente a mi y tomo mis manos – Si el te tiene presa dime y llamo a la policía.

Urara: No, no, no es nada de eso...- dije avergonzada – de hecho, el... me está protegiendo de mi hermano...

Yuzuha: ... - lucia furiosa y confundida, llena de preguntas, pero no preguntó más - ¿Ya comiste? Te ves pálida, vamos a la mesa.

Sin esperar mi respuesta, me hizo levantarme y me senté junto a ella, su hermano Hakkai estaba serio y solo servía una bebida caliente y me paso un tazón de carne y arroz, ellos comieron lo mismo y no me hicieron más preguntas.

Al poco rato salió Taiju y la tensión se sentía en el aire, tan pesado que apenas podía respirar, Taiju bajo abrigado y con un maletín.

Taiju: Es momento de irnos, Urara. – Me estaba levantando de la mesa e iba a agradecer, pero Yuzuha y Hakkai tomaron mis brazos para me que volviera a sentar.

Yuzuha: Urara se quedará aquí, nosotros la cuidaremos – se levantó y miro retadora a Taiju, el cual la miro sin expresión alguna.

Urara: N-No es necesario, lo agradezco mucho – intente levantarme, pero Hakkai me tomo la mano y con una cara aterrada, negó con la cabeza.

Taiju: Urara viene conmigo, yo me haré cargo.

Yuzuha: Ella no está segura contigo.

Urara: Taiju ha sido muy bueno conmigo, iré con él, aun así, agradezco mucho tu preocupación. – ella no dijo nada y se veía confundida.

Hakkai: Hermano, ¿acaso no le has contado tu secretito? – Taiju frunció el ceño, furioso.

Taiju: Urara, espérame un momento afuera.

Le hice caso y Sali, me recargué en la motocicleta y los escuchaba discutir, recordé los pleitos que tenia con mi hermano, aunque el que se la pasaba gritándome por nada era el, yo solo estaba en silencio, rogando por que parara de hacerme esas amenazas sexuales.

Contarle toda la historia a Taiju había sido tortuoso pero dormir en sus brazos fue un gran soporte.

Nunca le habia contado a nadie de los intentos de abuso de mi hermano.

De alguna forma había logrado salirme con la mía y encerrarme con llave, empujando después mi ropero a la puerta para que el no entrara.

Sentí las lagrimas recorrer mis mejillas así que saqué un pañuelo.

X: Vaya, vaya, así que la preciada hermanita del jefe esta en la casa del líder de los Black Dragons.

Di unos pasos hacia atrás, pero alguien me tapo la boca y me puso una navaja al cuello.








Narra: Taiju



Abrí la puerta, estaba furioso y salí con mis cosas.

Aun así, entendía que mis errores de violencia eran los culpables de toda esta desconfianza y resentimiento.

Pero me quedé helado cuando salí y no vi nadie afuera.

Deje caer la maleta y mire en ambas direcciones de la calle. Nada.

Corrí de nuevo a la casa, Hakkai y Yuzuha estaban listos para arrojarme una silla.

Taiju: ¡URARA NO ESTA!

Mientras Yuzuha y Hakkai se fueron en moto a buscar, decidí hacer unas llamadas.

Kokonoi: ¿Qué necesita jefe?

Taiju: Busquen a Urara, trae la misma ropa de ayer. Es urgente. YA – dije y colgué, subí a mi moto y comencé a dirigirme hacia su casa, esperando encontrar secuaces de su hermano para sacarles información, pero no habia nadie.

Excepto una nota en la puerta.



"Urara es mía, hijo de perra" – Takumi.



<<Ese bastardo>>, mi teléfono comenzó a sonar así que contesté.

Kokonoi: El escondite de Murders esta en la dirección XXXXX, es un hospital abandonado, dicen que vieron a una rubia entrar. – colgué y me apresuré a encender la moto y dirigirme al lugar, no sin antes avisarle a Yuzuha.

<<Que vueltas da la vida>>, pensé, aunque Hakkai tenía razón, ella tendrá que enterarse de quien soy tarde o temprano. 

REDENCIÓN | Taiju Shiba | Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora