Jeon Jungkook el emperador de seul, uno de los reinos mas grandes de el reino de corea, está en plan de tener otra concubina más en su harén pero ... Será que no sea tan fácil como el piensa.
_ si te puedes volver a enamorar_
—Podrías explicarme ¿Porqué hay una chica diciendo que es tu nueva concubina?
— esta más que claro— dije preparándome para encontrarme con haré.
Estoy seguro que es ella y mi corazón late como loco de nervio más no los demuestro frente a la emperatriz.
— es esto una broma su Majestad, no es suficiente con..
— basta— le interrumpí, no quiero escuchar ni una sola de tus quejas.
Salí ya listo al pasillo donde me encontré al caballero imperial Min.
—Guiame hacia donde está.
— si, su Majestad — dijo haciendo reverencia.
Me llevo a una de las salas de juntas, solté un poco de aire que no sabía que contenía y me adentre a esta, lo primero que vi fue su larga cabellera ya que se encontraba mirando por uno de los enormes ventanales de la sala, no pude evitar observarla, se veía presiosa con ese vestido, era uno de los regalos que le había enviado y me alegra saber que anote con la talla.
— es bueno verte luego de varios días— dije, con voz tranquila más aún así ella se espanto al darse cuenta de mi presencia.
— Majestad — dijo haciendo una reverencia.
Me acerqué a ella con una sonrisa, sus grandes ojos marrones eran una perdición enormes para mí era como mi estasis, le sonreí y ella bajo la cabeza.
— tomamos asiento—
Ella tomó haciendo en una de las tantas sillas que habían en aquella mesas redonda de reunión yo al igual que ella me senté frente a ella, se le notaba un poco nerviosa por lo que sorteo una pequeña carcajada ella levantó su mirada al escucharme y me miro y dijo.
— Majestad ¿podría dejar de sonreír?— mi sonrisa se hizo más grande al escuchar.
Me miro confundida y dijo.
— por favor su Majestad.
— ¿Porque te gustó?— pregunte a lo que mirándome con los ojos como platos respondió.
— No.. digo es solo que — hizo sonar su garganta — me pone más nerviosa es todo dijo y desvío su rostro hacia la derecha.
Están hermosa y tímida.
Me quede admirando su belleza por un buen rato asta que pasado unos minutos me miro confundida.
—¿Que sigue luego de que acepte ser su concubina?
—¿Porque aceptaste?— le contra reste con una pregunta, fue bastante legible ella no esperas esa pregunta más respondió aún con la confucion palpable en su rostro.
— creo que no tengo una razón.— respondió luego de unos minutos .
—Todos tenemos un motivo por el cual hacer algo —le respondí a lo que ella sonrió tímida.
—le hice una pregunta hace un momento Majestad pero no me ha respondido.
— lo sabrás pronto— le respondí a su pregunta a lo que ella respondió.
— puedo saber el motivo del porque me eligió a mi?— aún con lo vista sobre ella no tuve que pensarla por mucho tiempo para saber la respuesta.
— por que me gustas— esa respuesta la dejo un poco en shock pero también nerviosa
El rojo de sus mejillas se incentifico de una forma asombrosa haciéndola lucir muy linda he inocente.
Desde luego como todo ambiente agradable en este castillo no puede durar uno de los guardias anuncia la llegada de la encargada del harem del este donde de quedará haré por el momento.
— sud Majestad — saludo haciendo reverencia.
— llegas a tiempo, suii— haré se volví hacia suii y la saludo con una pequeña reverencia.
— ella es hare, quiero que la llaves al harem y la prepares para esta noche, dale una habitación de huéspedes y acomodarla a su antojo.
— como sus Majestad ordené — dijo, junto a una reverencia.
Ella y uno de los escoltas legaron para llevar el equipaje que traía mi amada con ella antes de irse la detuve, lleve mi mano a su suave y delicado rostro y le di un suave toque desde su ceja asta su barbilla como si de una muñeca de porcelana que podía romperse en mis manos se tratara.
— nos veremos más tarde— dije hipnotizador al perderme en sus bellos y grande ojos marrones que me admiraban.
Cada de talle de su rostro era perfecto,sus hermosas y largas pestañas le quedan tan bien a sus ojos tan delicados, sus cejas tan gruesas nada grotesco más bien bello a su forma y mi parte favorita sin duda sus labios, rosados y carnosos los cuales le daban el último toque y resaltaban de su pálida y suave piel, su belleza no es digna de ser admirada por cualquier, ella debería de ser ilegal en esta nación.
—Majestad , tengo que irme— al escuchar su dulce y suave voz sacándome de mis pensamientos más profundos, volví en si y la deje ir junto a suii.
La vi irse por el pasillo antes de que las puertas fueran cerradas.
Disculpen el retraso, como saben no tengo día de publicación por que lo hago como hobby por lo que escribo cuando tengo tiempo inspiración y ánimo.
Espero esta historia les este gustando si es así, no se olvide de regalarme una estrella y comentar.
La mala ortografía será arreglada cuando una vez finalicé la historia
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