Capítulo 1 - Encuentro

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Nuevamente su respiración se hallaba agitada. Las cobijas fueron lanzadas al otro lado del futon. Gotas de sudor perlaban su frente. Tranquilizándose, suspiro. Viejas memorias del pasado una vez más se habían tornado en una horrible pesadilla. Mirando hacia su izquierda, contemplo a sus pequeñas hijitas dormir. Aliviado por no haberlas despertado, con cuidado se levantó y fue hacia el baño. Necesitaba tranquilizarse. Quien en sueños había aparecido, ahora no podía tocarlo. Solo era una sombra. Un mal recuerdo que algún día desaparecería. Tras dos horas finalmente se escuchó el despertador sonar. Su pequeña hija continuaba durmiendo, ignorando la escandalosa alarma—. Akiko —pronuncio el nombre de su más grande tesoro, agitándola levemente para lograr despertarla—, es hora de levantarse.

La pequeña Akiko, de tan solo cinco años despertó, sus adormilados orbes castaños miraron a la persona a quien llamaba madre. Si, ella sabía que la persona frente a ella no era una mujer ni poseía rasgos especialmente femeninos. No. El motivo por el cual llamaba "madre" a quien debía llamar "padre", era porque se trataba de quien la trajo al mundo. Era la hija del Omega más amable y gentil que conocía—. Buenos días, mamá —dijo soltando un bostezo somnoliento.

Naoya Sato a sus veinte años era la afortunada madre de una hermosa niña, aun si carecían de muchas cosas, desde el nacimiento de su pequeña siempre ha procurado darle todo el amor y el cariño que pudiera ofrecerle, intentando concederle pequeños caprichos cuando poseía los medios para hacerlo. Para Naoya, la vida nunca le ha resultado fácil, habiendo sido el único Omega en una familia de Alfas, tras la muerte de sus padres fue tratado cruelmente por sus hermanos; durante sus años escolares, pese a sus buenas calificaciones, su constitución como Omega le hizo tener problemas con sus compañeros, para quienes parecía un deporte agredirlo y burlarse de él. Pero entre todo aquello, lo peor vino cuando la persona que creía era su único amigo, junto a otros cuatro chicos, lo asaltaron de camino a casa y lo violaron. Sin haberlo querido, termino quedando embarazado, ocasionado que su familia, tras propiciarle una severa golpiza, lo echaran de casa y cortaran todo vínculo con él.

La soledad y la incomprensión del porqué debía pasar por tantas cosas, habían ocasionado que Naoya estuviera a poco de cometer un acto horrible, fueron múltiples las ocasiones en las cuales tuvo en consideración suicidarse, sin embargo, cuando su mente era consciente que en su interior se hallaba viviendo otra vida, supo que negarle a tan pequeño ser su derecho a vivir era algo egoísta, tal criatura no poseía culpa. Habiendo decidido llevar a término su embarazo, su idea de dar en adopción a su bebé fue desechada al instante que pudo cargar a su hija en brazos. Si bien, aceptar criara a Akiko se tradujo en muchos esfuerzos de su parte, hasta dichos momentos, se sentía contento por haber decidido quedarse con ella. Como si fuera una pequeña luz que le daba motivos para continuar viviendo.

Siendo Omega, pero además de poseer complicaciones para caminar, derivado de la paliza que le propicio su familia antes de mandarlo a la calle, Naoya tuvo muchos problemas para encontrar un trabajo que le permitieran sostenerse. Finalmente logro que lo contrataran como parte del servicio de mantenimiento de un popular parque al cual muchas personas acudían a pasar sus tardes relajándose o haciendo ejercicio. Aun si su salario era relativamente bajo, que apenas logra hacerlo rendir y tener un horario largo, tanto Naoya como Akiko vivían felices en su pequeña casa de muñecas, como llamaba la pequeña a su hogar.

Cada mañana, Akiko, pese a su corta edad, procuraba ser tan independiente como le fuera posible, no porque estuviera obligada a ello, sino porque ella misma podía notar las ciertas limitaciones que Naoya poseía para incluso recorrer su pequeño hogar. Si podía hacer cosas por sí misma, daría tiempo a Naoya para poder alistarse para el trabajo y hacer tranquilo el desayuno, mientras ella ayudaba haciendo los almuerzos. Justo cuando el reloj marcaba las 7:20, escucharon la puerta del departamento ser golpeada, seguido por una voz femenina.

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⏰ Última actualización: Jun 13, 2022 ⏰

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