Introducción

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18 de marzo, 1964: El gran día

Estaba muy emocionada, por fin llegó el gran día: mi boda.

Llevaba mucho tiempo queriendo casarme con él, con Mauricio; mi futuro esposo. Siento que es el hombre de mi vida, y por fin podré casarme con él, aunque esta boda sería un poco, como decirlo: diferente.

¿Por qué sería diferente? Bueno, el novio no estaba ahí. No me malinterpreten, él quería casarse conmigo, pero no estaba en Tenerife en esos momentos, así que alguien más tuvo que reemplazarlo; mi hermano: Juanito.

Fue como una boda normal y corriente, menos por ese detalle. Me casé en la capilla Nuestra señora de los desamparados, en el asilo de ancianos.
Un lugar muy bonito, con un jardín cubierto de flores, que le daban una alegría espléndida al lugar.

Estaba muy nerviosa al entrar a la capilla, pero mis nervios bajaron al ver que mi familia estaba ahí. Era una boda íntima, ya que el novio no estaba. Cuando llegué al altar, ahí estaba mi hermano, que sustituía al novio. Los padrinos eran mi hermana; Anita María, y su marido.

Mi hermano se notaba nervioso, pero igual de emocionado que yo.

[...)]

Por fin se había cumplido mi sueño y estaba vibrando de alegría, pero, al mismo tiempo, desconsolada; ya que mi marido no estaba en la boda, si no en Venezuela. No podía ir debido a su trabajo, pero sabía que él también estaba emocionado.

Esto es el principio de una gran historia.

Continuará...

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2022 ⏰

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