El sótano

Quedada

Estaba en el bar de mi padre junto a mi mejor amiga Emma, hablando de las notas que habíamos sacado en lengua. Os lo juro, la profesora era muy estricta. Ni la más lista había sacado un sobresaliente, bueno, había tenido un 8.6 pero no importa.

-¡NO LA SOPORTO!- gritó Emma- ¡QUIEN SE CREE PARA PONERME UN 3!

-¡Baja el volumen!- dije avergonzada, todos nos miraban- Si sigues hablando así de alto se enterará toda la cuidad. Era normal que estuviese enfadada, se le suele dar muy bien lengua. Al menos yo había aprobado, con un 5 pero aprobado. Hay que aclarar que el examen también era difícil.

-Perdón, es que estoy muy enfadada. Te quita puntos por el más mínimo detalle- bufó, no sabía cuantas veces había repetido la misma frase.

-Ya lo sé, no hace falta que lo repitas tanto-

-¡Es que es verdad!- tras decir eso no volvimos a mencionar nada más, simplemente seguimos comiendo.

Terminamos ya de merendar, me despedí de mi padre y nos fuimos Emma y yo a dar un paseo al parque para, de paso, saludar a su familia. Estábamos caminando con el móvil cuando de repente Emma me enseñó lo que estaba leyendo en el periódico. No sabía que tenía que hacer con ello. Me refiero a que no sabía porque me lo enseñaba. La pregunté que quería que leyese y me señaló un artículo, era de un crimen. Cogí su teléfono y empecé a leer. Fue esta mañana en el barrio. ¿Cómo no me había enterado? Sinceramente, no me preocupó mucho y seguimos caminando. Nuestro barrio, o mejor dicho pueblo, era pequeño entonces no tardamos tanto en ir hasta la casa de Emma (eran todo casas, no pisos).

Cuando llegamos a su casa llamé al timbre y abrió su padre.

-Hola chicas. ¿Qué tal?- dijo con una voz alegre.

-Bien, oye papá. ¿Y Laia? no ha venido a saludarnos- preguntó mi amiga, Laia era su hermana menor, tenía 9 años y era muy parecida a su hermana. Las dos tenían el pelo largo y ondulado (Laia un poco más corto) y los mismos ojos miel. Eran muy guapas las dos.

-Su madre ha quedado con sus amigas y las de Laia- respondió- volverán en un rato.

Me caía muy bien Laia, era muy maja conmigo y siempre jugábamos Emma y yo con ella a las muñecas, no me gustaban nada, pero me divertía a la vez estar con ellas. Era la popular de su curso, no la popular que "nadie" soporta, era muy maja con todos ❤️. Y encima sacaba muy buenas notas, era un ejemplo de la niña perfecta, en sentido literal. Nos fuimos a la habitación de Emma. Su casa era gigante, tenía hasta piscina y sótano, la mía era más pequeña y no tenía de eso.

-Oye, Emma, no le has dicho tu nota a tu padre- dije con una risita

-No se si se la voy a decir, de momento- respondió nerviosa- me va a matar...

Parecía verdaderamente preocupada, entonces no insistí. No quería que se preocupase más, para cambiar de tema le sugerí ver una película. Ella aceptó.

No sabíamos cual ver entonces optamos por ver YouTube, al menos teníamos los mismos gustos de famosos. Pasado un tiempo, Laia y su madre llamaron a la puerta. Abrió James (el padre de Emma). Saludé a Laia con un abrazo y se subió a su habitación a estudiar mates. Miré la hora al cabo de un "rato" después, digo rato entre comillas porque estuvimos dos horas viendo videos. ¡Dos horas! En serio, el tiempo se me había pasado volando.

-Emma, ya es tarde, tengo que volver a casa- dije, mi voz se escuchaba triste, bueno, no quería irme. Siempre nos pasaba eso, cuando teníamos que despedirnos éramos muuuuy trágicas. Pasaba todos los días jajaja.

-¿No quieres que te acompañé?- preguntó, sinceramente, no me apetecía. Prefería irme mientras leía el crimen. No estaba asustada ni nada por el estilo solo quería enterarme más de lo sucedido....

Para que voy a mentir, si estaba preocupada. Mi pueblo era muy pequeño y que apareciese en el periódico me llamó mucho la atención. Pero, ¿y si me pasaba algo a mi?

Paula, por favor, no seas tonta.

-No gracias, prefiero ir sola- no sé si mi voz sonó borde, ojalá no. -Mañana nos vemos en clase.

-Está bien, hasta mañana- odiaba cuando ponía cara y voz de pena cuando me quería acompañar y yo me negaba, al final siempre ganaba, no digo que no me gustase andar con ella, solo que ese día como ya he dicho quería enterarme más.

Al final salí se su casa y comencé a andar mientras leía, se que está mal leer mientras andabas pero quería enterarme. Nunca hago eso, creerme. Estuve un rato leyendo y cuando vi lo de verdad pasó, me refiero, la frase en lo que contaba lo importante, me quede alucinada. ¡Que horror!¿¡ A quien se le ocurría hacer algo así!? Bueno, sí, a psicópatas.

Lo peor es que pasó EN MI BARRIO. Ahora si que estaba asustada. Os voy a decir la parte importante del artículo, lo que me hizo tener mucho miedo. Decía esto:

"Niña de 7 años es secuestrada a las 10:00am, no se sabe quien es el culpable. Tras unas horas buscando, a los criminólogos les ha sido fácil encontrar el cuerpo de la niña. El/la agresor/a no se ha molestado en cubrir el cadáver. La policía y los detectives siguen intentando buscar a el/la asesino/a, que al parecer, ha borrado todas las pistas que podrían haber ayudado a encontrarlo/a."

Entonces, una niña había sido secuestrada y asesinada y el asesino o asesina, ¡correteaba por ahí! Estaba muy preocupada, por ambas cosas. Más bien que preocupada por la pequeña estaba apenada, pobre familia, y pobre ella lógicamente.

También estás asustada porque te pase lo mismo, no mientas.

Llegué a casa y cuando entré ya estaba la cena preparada. Había pizza, eso me alegro lo que quedaba de día. No mencioné con mis padres lo del asesinato, ya lo habrían leído ellos.

-Hola Paula, ¿Qué tal con Emma?- saludó mi madre.- tu padre me ha dicho que estabais en el bar.

-Muy bien, gracias por preguntar, luego hemos ido a su casa a ver la tele-

Comenzamos a cenar. ¡Mierda! Tenía que decirles mi nota de lengua... nah, se la diría después de cenar, así no comeríamos enfadados jaja.

Cuando terminamos, crucé los dedos para que no se enfadaran tanto con mi nota.

-Mamá, papá- dije cabizbaja.

-Miedo me das- dijo mi padre

-He sacado..un 5 en lengua- hice todo lo posible para que mi voz sonara preocupada

-¿¡UN 5?!- dijeron al unísono- Paula, no eres de 5- agregó mi padre

Después de una regañina horrible, pude irme a mi cuarto. Estaba muy triste, me dio mucha rabia ese maldito 5.

Me quedé un rato leyendo un libro para el colegio cuando decidí dormirme, ya era tarde.