En solo dos segundos.

7.

Mi móvil empezó a sonar. Estúpida tecnología con alarmas incorporadas.

Lo cogí perezosamente y apagué el estridente ruido que hacía. Me levanté lentamente y me acerqué al baño donde me duché. Las gotas caían por mi cuerpo lentamente y me hacían reflexionar. Estaba preocupada, nunca me había alejado de mi amiga y tenía miedo de el rechazo de mis compañeros. Se que solo eran 2 días, tenía que resistir.

Salí de la ducha y me vestí con unos leggings negros y una sudadera gris. Hoy tocaba gimnasia.

Tenía suerte de que los horarios en ambas clases eran los mismos, si no me hubiera montado un cacao de horarios y clases impresionante. Desayuné rápidamente y me despedí de mi madre y mi hermano. Cogí mi mochila y salí a la calle.

Para nada se notaba que estabamos a finales de junio, el sol estaba escondido tras grandes nubarrones y el viento soplaba con tanta fuerza que temía por los árboles que me encontraba por el camino.

Finalmente, llegué a casa de mi amiga y piqué fuertemente.

- ¿Quién molesta?

- Mike, soy Danielle.

- Vale, ¿y a mí qué? - A veces pensaba que Mike procesaba las cosas con cierta lentitud...

- Mike, avisa a Dianna.

- Ya lo sé mujer, bajó hace unos minutos.- Soltó una carcajada.

- ¿Y porqué no me lo habías dicho al principio?

- Quería hablar contigo...- La puerta se abrió.

- ¡Mike! Deja de ligar, vamossssss, hoy espera un gran día.

 Me despedí de Dianna en la entrada y me dirigí hacia mi clase, a primera tenía clase de historia. Al llegar , no encontré a nadie.

- ¿Me habré confundido?- Pensé en voz alta.

- No, no te has confundido.- Me giré asustada y pude ver detrás de mí al amigo del rubio.

- ¿Entonces?

- ¿Crees que la gente normal viene a primera la última semana de vacaciones?

- Yo si vengo...

- Acabo de decir gente normal.- Será chulo el tio.

- Y entonces, ¿Qué haces tú aquí?

- Solo vine por ti, no quería que estuvieras sola.