Capítulo 14: Mentiras y sueños rotos

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Para nuestra suerte, la rueda de prensa fue todo un éxito

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Para nuestra suerte, la rueda de prensa fue todo un éxito. Se lograron aclarar dudas y la desconfianza de las personas hacia mí se evaporó un poco.

Sofia sabía como convencer a las personas sin esfuerzo alguno; mentía con una serenidad y facilidad que aterraba.

Yo, en cambio, llené de orgullo a todos al lograr decir mi discurso sin soltar la boca y hablar sobre mi descubrimiento de minutos anteriores.

Hubiese sido gracioso si hubiera pasado, la verdad.

Una semana después me encontraba en mi habitación junto a Monserrath y Jade.

Estos últimos días, mis padres se encontraban más liberales conmigo que de costumbre. Suponía que se trataba por el hecho de que conocía la verdad, y tenían miedo de hacerme enojar y que yo la hiciera pública al mundo.

Por lo tanto, tenía mi teléfono de vuelta, y con mi teléfono volvían las charlas con Noah.

—¿Qué tienes en mente? —preguntó Jade, devolviéndome a la realidad.

—Lo siento, me disocié —dije, frunciendo el ceño—. ¿Estabas diciendo algo?

Monserrath soltó una leve risa antes de rodar sus ojos hacia mí.

—Alex, tú nos estabas contando algo, ¿recuerdas?

Ah, sí.

Para resumir, los había reunido aquí hoy para hacer algo de lo que probablemente me arrepentiría luego: Descubrir lo más posible sobre mi madre: Quién era, dónde estaba y por qué la enviaron lejos después del trato con mis abuelos.

Bien, si mis padres creían que no descubriría algo sobre mi historia familiar y los secretos que envolvieron al palacio en ese tiempo, estaban muy equivocados.

Eso sí, todo esto, a diferencia de mis antiguos movimientos, sería en silencio y bajo perfil. Esto era un plan que no podía salir de Monse, Jade y Noah, quién se encontraba escuchando todo por medio de una videollamada.

Los había puesto al tanto de la situación, y ahora, repasamos mi increíble plan.

—Para descubrir cosas sobre tu madre necesitas estar aquí, ¿cómo planeas hacerlo si tienes un tour al que asistir? Además, irrumpir en los documentos de la realeza no es tan fácil. —interrumpió Jade nuevamente para que contara mis soluciones para ese inconveniente.

Su cabello estaba suelto, y al parecer se lo había ondulado antes de llegar. Estaba tan guapa que no me dejaba pensar bien. Cada 5 minutos tenía que voltear a ver sus labios solo para fantasear con tenerla debajo mío una vez más.

No hay un final feliz para cenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora