HIJOS DE LA NOCHE
HIJO DE LA LUNA
CAPÍTULO 17: PROBLEMAS SOBRE EL HIELO
Descubrí que Aylan lucía muy adorable con mi ropa, en especial con aquella que le quedaba aún más ancha que a mí.
Era hermoso, como solían describir a los de su raza en la mayoría de las historias; aun así, era todo lo contrario a un temerario chupasangre, como los pintaban la mayoría del tiempo. Se veía pequeño bajo mis sudaderas y camisetas, casi nunca hacía uso de su fuerza y siguió siendo igual de intrépido y descarado que antes (o un poco más).
El secreto de los Ainsworth fue algo que no le confiaron a nadie más que a mí, ya que había cosas que me debían de contar primero antes de dar el siguiente paso (si es que lo daban, según Ethan).
Los tres más jóvenes me pidieron que confiara en ellos, por lo que decidí hacerlo. A decir verdad, tampoco era como si no lo hiciera. Seguían siendo la asombrosa y misteriosa familia de antes; sin embargo, aún quería respuestas y todos lo sabían.
Donovan fue el primero y único en darse cuenta de que, aquello que la gente cuchicheaba a espaldas de esa familia, yo lo sabía. No necesitaba preguntarle, pues tampoco requería ninguna confirmación. Me conocía mejor que yo mismo, en algunas ocasiones. No cuestionó nada, no hizo ningún comentario al respecto, aunque creí que estaba un poco herido por ello; así que Víctor, quien era el Ainsworth más cercano a él, pasó sus ratos libres con Don.
Nunca supe con exactitud de qué hablaron.
La primera vez que fui a visitarlos después de enterarme y procesar la noticia fue unos días después del Día de Muertos. La noche anterior, Aylan se había quedado a dormir, otra vez, porque quiso hacer su tarea conmigo; aquella mañana se puso una de mis camisetas y los mismos pantalones con los que llegó.
Al no haber desayunado, llegamos muy temprano. Creí que nos estuvieron esperando, puesto que todos estaban en el patio delantero. Ryuu y Víctor estaban sentados en un escalón del porche, Ethan e Iris yacían detrás de ellos agarrados del brazo y, un poco más a la izquierda, se encontraba Crystal.
—Han vuelto más temprano de lo que creí —confesó Víctor, poniéndose de pie mientras sacudía su trasero. Su prometida lo imitó—. ¿Comieron algo?
Ambos negamos, ya que Aylan me invitó a desayunar con su familia, de hecho.
Volverlos a ver en persona no fue tan incómodo como imaginé. El único pormenor fue que me pareció un poco inquietante la mirada verde de Crystal en mí.
—Qué bueno porque nosotros tampoco y los esperábamos para eso —Ryuu suspiró, haciéndonos sonreír un poco—. En ese caso, Víctor y yo iremos a preparar algo para todos. Tía Crystal —la nombrada tarareó como respuesta—, ¿quieres acompañarnos?
—Tengo algo que hacer —confesó, ganándose una mirada lastimera por parte de su mejor amiga—. Me quedé para asegurarme que Aylan vendría sano y a salvo... Y para saludar a Hayden, claro —sonrió hacia mi dirección y me dedicó una leve inclinación—. Les prometo volver dentro de varias horas. Es día de juegos de mesa y no planeo perder mi puesto de ganadora oficial.
—¿Has estado buscando trabajo o algo así? —Ethan preguntó sin malas intenciones cuando el resto de mis amigos se metieron a la casa tras despedirse de Crystal.
Ella se le quedó mirando unos instantes, luego sus ojos viajaron a Iris y, con un suspiro, descendió los escalones del porche para dirigirse a uno de los autos.
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Hijo de la Luna
Про вампировUna historia donde las criaturas consideradas peligrosas son más humanas de lo que aparentan. * Primer libro de "Hijos de la Noche". * Contenido original. No se permiten copias, ni adaptaciones. * "Contenido adulto" por el lenguaje usado. * Portada...