Después de un día pesado de oficina, mi amigo James me invitó a ir el fin de semana a la cabaña de sus padres. Acepté sin dudarlo, estaba tan agotado y realmente necesitaba un respiro del trabajo, durante mucho tiempo no me había dedicado a nada más que a eso... trabajar, trabajar y trabajar. Podría asegurar que si no tomaba ese descanso la silla de mi escritorio me iba a quedar marcada como un tatuaje demasiado detallado en la espalda, el ir a la cabaña sería una muy buena idea, era un lugar a las afueras de la ciudad, junto a la playa, así que el único ruido que se alcanzaría a escuchar eran el de las olas y el de unas cuantas aves al cantar, aunque me gusta la vida en la ciudad tengo que admitir que puede ser demasiado desesperante en algunas ocasiones tantos ruidos combinados te provocan un poco de conflicto, porque te das cuenta que no sabes realmente que estás escuchando, no sabes si son las bocinas de los autos o los aviones pasando, quizás también pueda ser la sirena de una patrulla de policía o la de una ambulancia, o tal vez el llanto de un bebe. Desde la ventana de mi apartamento podía observar a diario tanta gente caminando por las calles y algunas ocasiones corriendo porque se les hizo tarde, hablando por celular o mensajeando en el, era como si estuviesen en modo automático, como un montón de hormigas obreras siguiendo una rutina, no los juzgo yo soy igual, me levanto desde a las 5:30 am para empezar mi jornada, empezando con una ducha con agua caliente eso siempre me relaja, después del baño me tenia que poner protector solar para evitar que mi tez blanca se quemara por los rayos del sol que se ponía al medio día o en las tardes, desde pequeño fui delicado con mi piel siempre se enrojecía con facilidad, por eso casi nunca participaba en actividades deportivas o al aire libre y si lo hacia tenia que ponerme un montón de bloqueador antes, por eso prefería hacer ejercio en casa junto con papa, el bloqueador me daba la sensación de quedar pegajoso y eso me incomodaba, para las únicas ocasiones que disfrutaba ponerme todo ese bloqueador era cuando íbamos con papa y mama a la playa y llevábamos nuestras tablas de surf, amaba sentir el aire y gotitas de agua cayendo en mi piel por esa sensación de satisfacción y adrenalina me podía poner hasta un tarro completo de bloqueador si hacia falta, después del bloqueador, proseguía a vestir mi traje de oficina, dependiendo el día podía ser negro o azul oscuro, después de vestirme peinaba mi cabellera pelirroja puedo decir que mi cabello es una de mis partes favoritas de mi cuerpo, era un color que no cualquiera tenia, y aunque en la escuela siempre me molestaran por mi cabello la verdad nunca me importo, me sentía único y especial, y a día de hoy aun lo siento así, después seguía el desayuno casi siempre era cualquier fruta que tuviese a la mano y un yogurt de vez en cuando, si mi madre me viera desayunando de esta forma lo mas posible es que me regañaría y me daría un sarmón de 3 horas diciéndome que el desayuno es lo mas importante y que debo alimentarme bien, pero la verdad es que no me da hambre en las mañanas y me da pereza tener que cocinar tan temprano, así sean un par de huevos y también es por que se que si cocino también debo lavar y limpiar lo que se hubiese ensuciado desde el perol hasta el plato y la taza con la que me serví la comida, amo cocinar pero lavar los trastes no me gusta para nada y eso que vivo solo donde viviera con más personas no podría imaginar que cantidad de platos y de ollas que habría que lavar, después de comer busco mi computador en mi estudio y lo pongo en mi maletín junto con los documentos que necesite, tomo mis llaves y salgo de mi apartamento para dirigirme a mi trabajo antes de salir del edificio paro en la administración para ver si me ha llegado alguna carta o un paquete, después de esa breve parada camino hasta el trabajo, casi siempre llego 15 minutos antes y así tengo tiempo de ir a la cafetería por un café para poder mantener los ojos abiertos durante el día, a la hora del almuerzo salgo con James y con Addison almorzar al centro comercial que queda cerca, ya que hay de diversos tipos de comidas. Así cada uno come lo que desee y tenemos una buena variedad para elegir, a James lo conozco desde la universidad fuimos de los pocos que empezaron la carrera y la terminaron sin ningún inconveniente, algo que tenemos en común james y yo es que no somos chicos de fiestas, preferíamos jugar juegos de mesa o ver algún reality show pero no por que nos guste en sí el show, si no por que es divertido criticar el programa y sus malas actuaciones o burlarnos de algunos personajes, bueno después de terminar la carrera uno de los maestros de la universidad nos recomendó con uno de sus amigos, el cual era dueño de uno de los mejores bufetes de abogados de la ciudad y sin dudarlo aceptamos, nos alegró mucho saber que todo el esfuerzo de esos años no hubiese sido en vano y que tuviéramos un trabajo meses después de graduarnos era demasiado bueno y pues Addison la conozco porque trabajaba antes que nosotros en el mismo bufete y también es la novia actual de James, a pesar que James fuera años menor que Addison eso nunca fue un impedimento para el par de tortolos, realmente se aman y tienen una relación muy sana. Después del almuerzo volvemos al trabajo durante dos horas más y de hay yo me regresaba a mi apartamento, al llegar lo primero que siempre hacía era mandar a volar mis zapatos y mi gabán, me dirija de nuevo a mi baño a tomar otra ducha con agua caliente para estar más cómodo, me pongo mi pijama de Spiderman y me dirijo a mi estudio y reviso si tenía algo pendiente que hacer, si era así me sentaba a hacerlo y si no tengo nada que hacer puedo tomarme el privilegio de ver una película, por lo general son las de comedia casi siempre son las de Adam Sandler o las de Ryan Reynolds son mis actores favoritos y me recuerdan a las noches de películas que hacía de junto a papa y a mama, antes de que empezara la película me preparaba algo ligero de comer y después de que se acabara la película si no es que el sueño no me venciese antes me disponía a dormir.
al día siguiente hacía lo mismo y así con el resto de días de la semana a excepción de los fines de semana que los tomaba para viajar hasta casa de mis padres y poderlos visitar, pero era más el tiempo que duraba viajando que el que compartía con ellos antes de tener que volver para seguir cumpliendo con mi rutina. Así es mi vida no muy emocionante, lo sé.
YOU ARE READING
es ella
Romancemuchas veces no apreciamos a las personas que nos rodean, aquellas que nos demuestran su aprecio, solo cuando su ausencia se empieza a ser notoria nos damos cuenta del gran vacío que queda