¿Qué harías si tuvieses que fingir un noviazgo con la persona que más odias en el mundo para salvar tu reputación?
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"Alex se ve obligada a fingir un noviazgo con su peor enemiga, una influencer que resulta ser demasiado encantadora, mientras que l...
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No logré completar parte de mi plan debido a la noticia del traidor. Los medios salieron disparados en cuanto se enteraron y las fotografías del guardia saliendo esposado del palacio no tardaron en hacerse tendencia en Twitter.
Todo el mundo hablaba de ello, y por primera vez, me alegré de que mi nombre no estuviese de titular. Por ello, me di la oportunidad de conocer la parte buena de las redes sociales, no solo la negativa.
Me di cuenta de que se dividían en tres grupos: uno era el grupo de quienes sólo sabían tirar hate, el otro era aquel tipo de personas que defendían lo correcto, y por último: quienes se mantenían alejados de polémicas y les daba tres pitos lo que ocurría o no.
En verdad, me gustaba más el ultimo tipo de persona, pero debía admitir que no podía evitar sonreír todo el día al leer los comentarios y los post en los que se me mencionaban defendiéndome, y dándome su apoyo a través de la pantalla.
Aunque no se me permitía postear nada sin autorización de los que manejaban nuestras redes, ninguna regla decía que no podía deleitarme leyendo los comentarios de las personas que nos respaldaban.
Se me derretía el corazón al pensar que personas ajenas a lo que estaba ocurriendo me defendiera de esa manera, cuando lo que mayormente veían de mi, era la parte mala.
Suspiré y volví a ver a mis padres. Los había citado para poder hablar porque ya era definitivo. Sabía lo que quería y no tendría ninguna duda para llegar a eso. Quería saber lo que envolvía a mi madre y para ello necesitaba la otra cara de la moneda.
La parte restante de toda la verdad.
—Alyssa James Wickham —pronunció mi padre con una pequeña línea de tristeza que no permitió que le llegara a los ojos.
Así que ese era su apellido.
Forzó una sonrisa, y volteó a ver a mi madre apretando los labios.
—Lo siento —se disculpó ella con seriedad.
—Quiero llevar a mis amigos al viaje, no quiero hacer esto sola —empecé. Los dos se incorporaron mirándome como si estuviera volviéndome loca. Mi madre se arregló el vestido para hablar, pero me adelanté—. Noah, Monse y Jade me acompañarán. No aceptaré un "No" por respuesta, necesito este apoyo de su parte —ataqué.
Mi padre se encogió en su lugar.
—No sabes de lo que hablas, hija, no sería lo correcto si vas a combatir a los medios. Mejor adáptate a la idea de un viaje solo entre Jade y tú. ¡Debemos discutir eso con Sofía si lo vamos a llevar a cabo! —Mi padre trató de hacerme entrar en razón, pero no cedí.
—¿Desde cuándo es ella la que decide las cosas aquí? —interrogué. Mi madre se aclaró la garganta claramente incómoda—. Según lo que recuerdo quienes mandan aquí son ustedes, no ella.
