5."El libro"

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Benjamín

Abrí lentamente los ojos, removiéndome en la cama, estire mis brazos y solté un pequeño bostezo.

Gire mi cuello y aun con los ojos medio abiertos, pude observar y distinguir a la persona que dormía plácidamente a mi lado.

Su cabello castaño caía con libertad, cubriendo gran parte de su cara. Jane tenía el ceño levemente hundido y fruncía los labios. ¿Un mal sueño? De un momento a otro, bufó y se dio la vuelta, dándome la espalda.

Me incorpore con lentitud para no hacer tanto movimiento en el colchón y evitar despertar a la castaña.

Me senté en la orilla de la cama y me puse los zapatos sin hacer mucho ruido. Termine y me puse de pie, tome mi mochila y la pase por encima de mi hombro, estaba listo para irme.

Camine hacia la puerta y antes de que mi mano hiciera contacto con la perilla, me detuve.

No podía irme así sin avisar, pero tampoco quiero despertarla.

Retrocedí y me acerque a la cama de nueva cuenta. Al llegar me puse de cuclillas frente a ella, retire un mechón de pelo y lo coloque atrás de su oreja, dejando al descubierto su cara.

Hice leves caricias con mi pulgar, me acerque y deposite un beso en su coronilla. Una pequeña sonrisa adorno su rostro y se removió en mi mano.

-Nos vemos, señorita-finalicé, devolviéndole la sonrisa.

Me incorpore y camine hacia la puerta. Le di una última mirada y salí de su habitación.

[...]

-¿Dónde estuviste? ¿Por qué no contestabas mis mensajes?-La voz medio ronca de mi amigo se hizo presente en mi habitación.

Levante la mirada de mi teléfono y me centre en el rubio.

Nicolás, mi único amigo aquí en Chicago, se encontraba de pie junto al lumbral y, parecía no tener buen humor. Su ceño estaba realmente fruncido y sus ojos verdes me penetraban desde su lugar, vestía unos jeans y una camiseta negra; lo normal de todos los días.

-¡Benjamín!-Pronuncio con rudeza-¿¡Dónde estabas!?

No, no estaba de buen humor, él normalmente me llama Ben. Sabía que estaba molesto cuando me llamaba por mi nombre completo.

El rubio camino y se detuvo frente a mí.

-Primero, buenos días-musite. Puso los ojos en blanco, no le tome importancia y proseguí-Segundo, ¿qué haces aquí? Y por último, mi teléfono se apagó, por eso no te pude contestar.

-Y ¿Dónde estabas?

Mordí mi labio inferior y baje la mirada sin poder enfrentarlo.

-Benjamín.

-Estaba con alguien-murmuré.

-¿Con quién?

Alce la mirada y guarde silencio. Sus ojos verdes se abrieron a más no poder, su boca abierta formando un "O", había entendido con quien, sin necesidad de decirle.

-¿Con Jane?

Asentí y sentí mis mejillas arder de la pena.

-Pero tú tienes departamento, no entiendo por...

-Se me olvidaron mis llaves-lo corte-así que volví al hospital y le pedí de favor que me dejara quedarme esa noche.

Relajo el rostro y me dedico una sonrisa divertida.

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