𝓝𝓸 𝓶𝓮 𝓪𝓫𝓪𝓷𝓭𝓸𝓷𝓮𝓼 [ᴳʸᵘᵗᵃʳᵒ ˣ ᴼᶜ]

1.- entre la lluvia

Ni cazador, ni demonio, solo era una simple humana, en un mundo tan retorcido y no por los demonios, un mundo que no conocías del todo.

La fuerte lluvia arrasaba en todo el distrito rojo, iba camino a casa cuando comenzó tan cruel llovizna, pero no importo, seguí corriendo hasta poder llegar a casa, pero no pasó de dos minutos que iba corriendo cuando vi el cuerpo de un hombre, recostado en una piedra, mojándose

__ ¿estará muerto?

Ya estaba empapada, así que fui a ver a aquel hombre, que en realidad era un chico maso menos de mi edad, el estaba golpeado, y parece que inconsciente, por que ni siquiera la lluvia lo despertó, o eso tal vez solo estaba muerto

__ si tiene pulso - mire atenta al chico - no puedo dejarlo aquí, morirá

Mi kimono estaba empapado y lleno de lado por que llevaba casi a rastras al chico en mi espalda, si bien no pesaba mucho, en la lluvia llevarlo era complicado, mire mi casa a unos pasos de mi, solté un suspiró de alivió por que ya estábamos por llegar.

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Narrador*

Aquel joven de cabellos verdosos, abría los ojos lentamente, viendo borroso el techo, giro la cabeza levemente tomándose con tu imagen

__ ¿una diosa? - pensó.

Miro a todos lados, y vio un lugar muy bonito y espacioso, pero volvió a verte, tu te diste cuenta de su mirada

__ ya despertaste - hablaste con mucha amabilidad.

__ ¿eres una diosa? - dijo quejándose del dolor.

__ ¿una diosa? - hiciste bolita sus labios y te señalaste tu misma - una persona como yo una diosa - comenzaste a reír sarcástica.

__ donde es este lugar - miro su ropa, esta era diferente - ¿Dónde esta mi kimono?

__ este lugar es mi casa - rascarte levemente tu mejilla - cuando te encontré bajo la lluvia, estabas inconsciente así que te traje aquí, estabas empapado y lleno de heridas, así que te cambie de kimono y cure tus heridas

Te levantaste del pisó y tomaste el kimono antiguo ya limpio y seco, te acercaste a el, que aún estaba recostado en el futón, y le entregaste el kimono

__ aquí tienes - sonreíste.

Aquel joven te miro confuso y algo incrédulo, ¿por que lo habías ayudado?, y ahora lo estabas tratando bien, intentó levantarse del futón, pero solo obtuvo quejidos de dolor, tu rápidamente reaccionaste poniendo su mano en su pecho haciendo que vuelta a recostarse

__ esta bien, no te exijas, estas muy golpeado, deberías descansar un poco más

El abrió los de golpe, tu mirada llena de ternura, tu amabilidad y buen trato hacia el, lo lleno de confusión, preguntándose el ¿por qué?