Capítulo 3

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___ Daft

Llegué a mi casa y lo único que hice fue soltarme a llorar, como dije, odiaba que me hayan arruinado mi día, todo era perfecto ¿¡Porque!?.
Mamá no estaba, solo estaba yo y mi pequeño Mochi, Mochi es mi lindo perro husky con unos grandes ojos azules, fue un regalo de mi padre en mi cumpleaños.

Mierda, tenía que curar mis raspones, no había percatado que uno de ellos estaba sangrando más que los demás así que solo me dirigí a la cocina y tomé el botiquín que se encontraba en la alacena.

Hijo de put.... - exclamé soltando un pequeño gemido de dolor al momento de aplicarme agua oxigenada, Eso es tonto, dirán, pero es que no lo es, nadie me cree que el agua oxigenada duele, en fin, terminé de limpiar mis heridas, tiré las gasas y guardé el botiquín en dónde estaba.

Me fuí a cambiar, me coloqué un pants de color azul pastel, como dije, tengo una obsesión por los colores pasteles y más por el azul, puedo decir que son parte de mi personalidad. Mamá no estaba, así que decidí esperar a que llegara, encendí la televisión y abrí Netflix, a pesar de que casi no lo veía hoy decidí que mi día podría reponerse, ese chico torpe si que me arruinó mi mañana.

Medio día

Ya era medio día, ya habían pasado unas horas después de ese pequeño accidente, estaba viendo "A dos metros de ti", - es la película más triste que he visto - me repetí mientras me secaba las lágrimas de mis mejillas, no sé porque veía esa película si lo que quería era estar feliz, como sea, solo me repetía a mi misma - ¿Porque siempre el amor tiene que ser duro? - ni yo misma podía responderme, seguía sollozando hasta que mi celular sonó, me cortaron la inspiración, ¿Porque me tiene que pasar solo a mí?, Me percaté que era una llamada de mi mamá, o al menos eso pensaba yo...

Bueno? - respondí como siempre suelo hacer.

Una voz de una mujer me respondió - Hola hijo, ya llegaste? - me quedé sacada de onda - ¿Que? ¿Hijo? - sin duda ella no era mi madre, hasta que decidí revisar bien mi celular y - ¡Mierda! - colgué rápidamente al darme cuenta que ese no era mi celular sino que era el del chico torpe, ¿Cómo no pude darme cuenta de que ese celular no era mío?, Claro, no me di cuenta porque para mí mala suerte era del mismo color que el mío y no me dí la tarea de revisarlo cuando lo levanté porque estaba segura de que ese si era mi celular.

No sabía que hacer en ese momento, no sabía si regresar al mismo lugar y tener la esperanza a que regresará al mismo tiempo que yo o esperar a que volvieran a llamar y decirle a la persona que marque que yo tengo el celular y que por accidente lo tomé pensando que era mío pero creo que mi segunda opción tendría muchas consecuencias. Así que me puse mi suéter tejido y tomé mi caso de la bici.

Mochi, cuida la casa por mi, no tardo - le dije a mi perro y el solo me respondió dando vueltas en su propio eje y moviendo su colita esponjosa.

Tenía la esperanza de encontrar a ese chico, estaba muy dudosa de ir o no, mi coraje había desaparecido, al parecer siempre llega el karma, uno nunca sabe si te van a regresar con la misma cucharada de tu medicina.

Sin pensarlo más otro minuto tomé mi bicicleta y me monté en ella, me dirija al mismo lugar en dónde choqué con ese chico, no sabía su nombre y no estaba tan interesada en saberlo, al final solo era un pequeño fragmento de mi vida, lo que si puedo decir es que aparte de ser un chico lindo se veía que el era muy amable, fue algo estúpido de mi parte haberle contestado así y tratarlo mal, sabía que mi orgullo era malo y que ya sabía que siempre que lo utilizo algo sale mal.

Sin más me tocó esperar un poco, sabía que si no llevaba el tendría que tomar mi segunda opción y para ser sincera me daba miedo que cuando contestará me dijeran que me iban a demandar o algo así, a mamá no le gustaría que me tuviera que traer de la estación de policías.

Chico torpe, por favor déjame encontrarte - dije mientras lo buscaba por todas partes.

Me estaba dando por vencida hasta que escuche a alguien gritar - ¡Chica torpe! - dijo el chico de ojos verdes. Mi cuerpo se sintió aliviado al escuchar ese grito, a pesar de la confusión quería hablar con el y pedirle disculpas por mi pequeña arrogancia.

¡Chico torpe!, Por fin te encuentro - dije saltando de la emoción.

Chica misterio, creí que no te encontraría, tenía la esperanza de que estuvieras aquí - me dijo con un pequeño brillo sobre sus ojos.

Al parecer ésto es tuyo - me dijo extendiendo su mano con mi celular.

Gracias y ten esto es tuyo - extendí mi mano regresando su celular - descuida, no revisé nada - Le dije con la mayor seguridad, algo que odiaba hacer es revisar las cosas que no son mías.

Gracias pero porque no marcaste, tenía mi celular desbloqueado - me dijo con un tono burlón, sabía porque lo había hecho, torpe ___ torpe.

Bueno, no me gusta revisar las cosas que no son mías, decidí tomar el camino de la privacidad - le dije mientras miraba al suelo, para ser verdad si mirada me ponía nerviosa, no sabía el porque si apenas lo conocía.

Tienes razón y agradezco que lo hayas hecho, gracias por ser parte de mi vida - me dijo con una sonrisa marcada en su rostro, lo miré confundida, porque me decía eso sí apenas me conocía.

¿Por solo tener tu celular ya soy parte de tu vida? - le dije confundida - si, muchas personas ya no regresan lo que es suyo - me dijo como si me hubiera leído la mente.

Concuerdo contigo chico torpe - le dije sonriendo, mi sonrisa era completamente estúpida.

Aidan, Aidan Gallagher pero dime solo Aidan - me dijo si nombre, era y es un nombre muy lindo a lo que le respondí - es un nombre muy lindo, el mío es __ Daft, ___ para ti - dije con amabilidad porque no quería cagarla de nuevo, no tengo amigos así que tenía que tratarlo bien para no conseguir otro enemigo.

Amo ese nombre, se me hace lindo - su sonrisa tan marcada mientras repetía esas palabras - gracias, oye, ¿quieres ir a comer conmigo?, Es como agradecimiento - se lo dije con la menor intención del mundo, sabía que era lo mínimo que podía darle por regresarme mi celular.

Si, claro, vamos - tomando su bicicleta me lo dijo a lo que solo le dije - bien sígueme....Aidan - ya saben, me monté en mi bicicleta y me sentía por alguna razón, bien, Aidan me transmitía una energía llena de felicidad.


                         ~Vale García~



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Amor en bicicleta (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora