Crónicas de una estrategia para el trono [BL]

Capítulo 88.- Primer beso

  Justo cuando Garlan miró el cielo detrás de él con el rabillo del ojo y sintió que sus piernas y pies estaban un poco débiles, en un abrir y cerrar de ojos, vio al Heimos opuesto mirándolo fijamente, y de repente frunció el ceño, las largas piernas caminaron a grandes zancadas hacia él.

Garlan, que ya estaba un poco asustado, fue abordado por Heimos e inmediatamente dio un paso atrás por reflejo.

Da dos pasos hacia atrás y estarás casi al borde de la plataforma.

Se puso rígido y no se atrevió a moverse, pero Heimos ya había dado unos pasos hacia él.

Luego, cuando extendió la mano, la gran mano marrón se acercó a él.

Al igual que en la vida anterior, al igual que en un sueño de ahora, tal vez en el próximo segundo, esa mano apretará su cuello con fuerza.

Garlan instintivamente cerró los ojos.

Tan pronto como cerró los ojos, la mano de Heimos ya estaba allí.

Agarró su muñeca y tiró con fuerza, tirando de todo el cuerpo de Garlan hacia él.

Garlan se tambaleó hacia adelante y fue arrastrado a los brazos de Heimos.

Heimos todavía sostenía su muñeca con fuerza con una mano y envolvía sus brazos alrededor de él.

"No siempre te pares en ese tipo de lugar peligroso."

Garlan, quien fue abrazado por Heimos, todavía estaba un poco aturdido, y la voz baja ya resonaba en sus oídos.

También había un poco de infelicidad en las palabras, así como un poco de tensión oculta.

El tono de Heimos sonó como una reprimenda.

"¿Quieres morir? ¡Qué haces cuando te caes!" 

El joven parpadeó y volvió a parpadear, su mente aún estaba un poco confundida, pero de repente sintió que esta escena en ese momento le parecía familiar.

...

Así es.

Hace mucho tiempo, cuando era un niño, cuando él y Heimos acababan de conocerse, y cuando estaba separado de Heimos, una vez se sentó en la barandilla en el borde del palacio, debido a una pelea con Heimos. de la cerca alta del palacio, Heimos lo arrastró hacia atrás, que todavía era un adolescente en ese momento.

En ese momento, Heimos, quien lo arrastró hacia atrás de la casi caída, también lo reprendió en ese tono.

Las pupilas de Garlan con una mirada de horror se relajaron lentamente, y el cuerpo tenso y rígido también se relajó un poco.

No son las últimas veces.

Él piensa.

Podía sentir la tensión en los brazos que lo sujetaban y el calor del amplio pecho del hombre.

Sin el incidente del incendio cuando era niño, Heimos no se había convertido en una persona tan terrible.

Fue amable con él, muy amable.

No debería tener miedo.

Porque ahora Heimos no le hará daño.

Lo protegió, desde la infancia hasta ahora, como el amigo más cercano y el hermano más gentil.

El corazón palpitante se alivió un poco y Garlan dejó escapar un suspiro lento, el miedo del sueño se disipó gradualmente y su rostro volvió a la normalidad.

"Heimos."

Levantó la cabeza y miró a Heimos.

"¿Por qué estás aquí?"