Capitulo: I Descenso y Asenso

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¿Cómo he llegado hasta aquí? 
Es algo de lo que ya no estoy seguro...

¿Cuánto a pasado?
Tampoco lo se...

Mi memoria es como un caudal violento, que fluye sin control alguno; indiferente del tiempo y el espacio donde me encuentro. Ante mis ojo aparecen sombras y figuras danzantes al viento y la oscuridad de la noche. Abecés estos se cierran, esperando no volver a abriese, y se humedecen al volver a abrirlos.

—¿Cómo llegaste aquí? — 
—Permíteme contarte...—

Antaño yo era un Ángel que retozaba en las alturas, observando a los hombres desde las nubes, 
tendido sobre esponjosas nubes rosas de ocaso; y pasaba mis días, en compañía de mi amada. 

Aunque nosotros no poseemos algo tan banal como un nombre, puedo decirte que su nombre es "M" 

El mundo era simple y limpio, perfecto y luminoso, y yo gozaba de su compañía todos los días. 
Y la amaba...

—¿Ella lo sabia?—
—...No... No lo sabia... —

Pasábamos el tiempo hablando y conversando sobre las desventuras de la complicada y agobiante tortura que es la humana vida. Siempre a las orillas de las nubes viendo a la gente. 
Vividores, charlatanes, mendigos, pródigos, ávaros, iracundos, perezosos, traidores; en fin, tantas personas desgraciadas, que juntos llegamos a la conclusión de que la vida era una tortura.

—¿Por que estas aquí?—


—..!tODOEsSUcULpA¡..—

Un día la note diferente, pues, siempre era indiferente de lo que en el mundo acontece, indiferente de las masacres, las estafas,  y todo cuanto mal hace a los hombres. Pero ese día, ella estaba absorta en unos amantes, con la mirada totalmente perdida en su acto. 

Yo como siempre estaba embelesado de su sola presencia, lo natural de su esencia, lo dorado y largo de su cabello, lo aperlado de su piel, lo castaño de sus ojos. Yo solo la veía,  y créeme que podría contemplarla eternamente; tumbada sobre esas nubes de ocaso, moviendo las piernas, con las manos en la barbilla... 

Pero esa ocasión, lejos de mencionarme sus miserias como es costumbre, dijo sentir curiosidad de como seria el amor. Que contestar ante esto, solo me quede frio, y con ganas de desfallecer...

—¿Miedo?—
—Me temo que sí...—

En un solo momento toda la dicha que experimentaba, se quedo helada por sus solas palabras, pues quería, de los humanos, probar sus placeres, hasta había planeado como alterar nuestros diseños para transformarnos en criaturas con instintos y cuerpos humanos. 

Yo casi, casi caía por la orilla del cielo en desfallecimiento por sus palabras, pero ella, tomo mi mano y me vio... me vio con la dulzura suya, con lo hermoso de sus ojos, que solo pude hacer lo que hace un fiel esclavo de los corazones. 

—¿Se convirtieron?—
—Si. Aunque no estoy seguro de, en que.—

Nos transformamos en criaturas distintas a cuales quiera se hubiesen visto en toda la creación. Nos Transformamos en:

Hombre Y Mujer

Nuestros cuerpo  cambiaron, pues adquirieron las características de los humanos, así como su instintos. 

En ella se pronunciaron curvas delicadas, sus largos cabellos de  de oro se volvieron negros como la noche, su piel se volvió blanca como la nieve y sus ojos se tornaron verdes radiantes de vida.

Cuando Caen los ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora