𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐔𝐍𝐈𝐂𝐀

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aviso antes de leer: todos aquí tienen 22 años y la ropa que usan Keigo y Touya es la misma de foto.

Keigo Tamaki.

Todos amamos una fiesta y yo era uno de ellos, amaba las fiestas en la casa de un amigo para poderme desenvolverme bien si tanto bululu a los lados. Así que cuando Mirko digo fiesta yo dije jalo porque no le iba a negar una botellita y un bailecito a mi morenanza bella, ahora estaba al frente del departamento de su mejor amiga ni para clases me había arreglado tanto y eso era lo que yo llamaba prioridades. 

Abro la puerta con las llaves que Mirko me había regalado, la música se escuchaba de manera decente aunque al rato la morena iba a poner eso a todo dar hasta que la bocina truene porque la conocía mas que a su mama y esa era medio loca cuando le tocaba subirle volumen ¿y el bienestar de sus vecinos? eso a nadie le iba a molestar por dos razones una esto era un país tercermundista y dos era sábado, ademas la parte donde ella vivía nadie existía ya la mayoría había emigrado así que su departamento solo quedaban como diez pelabolas y ella era una. 

Que diosito o satan me sacaran de latinoamerica amen. 

Entro como perro por su casa saludando a mis amigos que eran Fatgum, Toga, Shigaraki, Twice, Mr. Compress, Chisaki y obviamente la dueña de la casa Mirko. Todos llamados por apodos bueno menos dos y es que era un grupo poco raro, uno era estudiante de gastronomía, otro de medicina, psicología, administración, humanidades, diseño de moda y arte yo estudiaba derechos y el que faltaba informática; una sopa e mango como dirían en mi pueblo.

— Llego la luz llego el color llego la vida. — Me saco los lentes para guiñarle el ojo a mis amigos. 

— Lo único que veo que llego es un pendejo. — Se burla Compress.

— Pero bueno chico, salúdame bien con un besito por lo menos.

— Hola amor. — Saluda Toga tan cariñosa como siempre por eso era mi favorita. 

Los demás saludan con un hola para proceder a seguir quejandose de la universidad, no hay nada mejor que quejarse del lugar que destruye tus ganas de vivir y tus sueños mientras bebías como albañil recién pagado. 

El rato de la fiesta paso con canciones gringas que cantaban Toga y Twice de manera mal pronunciada pero quien era el para juzgar, reggaeton viejito donde bailaban pegaditos Shigaraki y Shisaki desde aquí olía que en cualquier momento rompían tensión, Mirko enseñándole bailar salsa a Toyomitsu y Atsuhiro. Toga, Twice y yo bailando música de kpop hasta que dieron la una de la noche y eso que la fiesta empezó a las diez.

El alcohol y yo ya eramos parte de nuestro sistema, me levanto para abrir la puerta de quien fuera que tocara la puerta a esta hora, nojoda apenas abro la puerta y estoy viendo a mi razón de seguir vivo. 

— Touya papito o como usted le gusta que lo llamen esta es divino. — ¿Lo pensé o lo dije? 

— Gracias Keigo, tu también te vez divino aunque sin ropa seria mucho mejor. — El sonríe de forma burlona pero coqueta achinando un poco sus ojos en el proceso. Dios santo lo dije y no me retrato por haber escuchado esas palabras tan descaradas de esos labios tan carnosos, hot primer aviso.  

Lo dejo pasar para ver como saludaba a todos alegremente como si no estuviera llegando cuatro horas tarde y no me había mojao la canoa hace un momento, pero a quien le iba a importar si todos y me incluyo estábamos vuelto mierda meno uno que era Twice. 

— Bueno mi gente, es mi hora de lucirme. — Hablo de manera arrastrada, quería cantar y nadie me iba a detener.

— Vamos mi vida, quiero bailar y tu sabes que toca.  — Levanta el pulgar en forma de apoyo Mirko. 

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𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐝𝐞 𝐁𝐚𝐜𝐡𝐚𝐭𝐚 : 𝐝𝐚𝐛𝐢𝐡𝐚𝐰𝐤𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora