Dad & Daddy

Frank, Amy, Danny y un... ¿Fantasma?

Jueves con un cálido atardecer, una maleta y portafolios se apilaba sobre la mesa del comedor, prendas de ropa, utensilios de higiene personal, toda una locura con Frank esquivando cuando era necesario y no pudiendo evitar sonreír realmente enternecido con la escena. —Los pañales de repuesto están en la repisa grande del cuarto de lavado, los zapatos para salir de Amy están acomodados junto a sus pantuflas en la habitación... No olvides que la leche No debe llegar a los 40°. Amy va a la guardería a las ocho en punto y sale dos y media de la tarde, escucha bien Frank, si me entero que llegaste por ella a las tres, a las cuatro o A LAS CINCO, despídete de tu premio en la cama, las toallas húmedas debes estar a tu disposición en los cambiadores de la habitación y el baño... Blah Blah Blah...—

Matty saldría ésta noche, vuelo de salida en punto de las 7:45 pm. Y Nelson & Murdock debían despegar a hacer trabajo "del otro lado del maldito planeta" de acuerdo a las dociles palabras del teniente Frank Castle.
Un viaje del que Matt no volvería sino hasta el domingo amaneciendo. La preocupación lo carcomía, su familia estaría sin él más de 24 hrs., mucha mierda podía pasar -sobre todo hablando de su esposo-.
 
Aunque Frank realmente no pensaba lo mismo. quedar solo no le asustaba, por supuesto que no. Ni tampoco estaba entrando en crisis porque no tendría su Omega de terciopelo para dormir ésa noche... ni la siguiente. No. Frank estaba excelente, sereno y templado como el militar entrenado que era. —Rojo... Rojo...— Se acercó suavemente para detener los rápidos movimientos de Matty. Lo apretó contra su pecho con un gesto de adoración y diversión en igual medida.

—Recuerda que es muy pequeña para comer frituras y que la hora de dormir es a las ocho, si se duerme en el transcurso del día, deja que lo haga porque sigue siendo muy pequeña y...— Un beso furtivo lo calló. —Amor.— Frank repitió.

Mattew suspiró con el peso del trabajo de papá a tiempo completo y abogado en medio. De alguna manera Frank siempre conseguía darle al clavo cuando la situación llegaba al punto de ebullición, necesitaba premiarlo por ser tan comprensiva en lo que iba de su vida juntos... quizá, ¿Un paseo por la armería de Manhattan como premio de agradecimiento? Realmente éso sonaba como la navidad para alguien como Frank Castle, algo absolutamente para Frank.

Él subió la mano y atrajo la atención de Mattew a sus labios, siempre con la palma sobre su mejilla y acariciando sus lóbulos. —Dame un poco de crédito, Amy va a estar bien, ¿De acuerdo?—

—Bien, de acuerdo... Solo, estoy preocupado, es la primera vez que la dejo y yo...— dijo Matt a la par que negaba con la cabeza. —Se queda con papá, cuidaré de ella tan bien como lo hice contigo durante el embarazo, o dime, ¿Acaso hubo alguna queja en ése entonces?— Había algo sugestivo y obsceno en su tono que le hizo pensar en que realmente Frank llevaba muchos años siendo complaciente, estaba completamente mal acostumbrado por su esposo, siempre consentido.

Mattew sonrió de solo recordarlo. —Frank ambos sabemos que cuidar de una pequeña de cinco años no es lo mismo que cuidar de un Omega con meses de embarazo.—

—No lo es, pero debe ser igual de exhaustivo así que...— . —Te amo.—

Ambos se dieron un beso suave, íntimo. Pero después se tuvieron que separar porque Amy andaba merodeando con el pequeño cachorro Max a cuestas y Mattew detestaba que ella lo estuviera cargando.

Matt tomó a la pequeña sonriente en brazos -ahora con mayor esfuerzo que antes gracias a lo mucho que Amy había crecido en el último trimestre-. Frank se la quitó de los brazos al poco tiempo, detalle que Matt solo agradecería en su mente, porque de verdad necesitaba terminar de empacar.

—¿Puedes dejar de pensar en todos esos accidentes de los reality shows? Confía en papá, dejaremos a Maxi con David y mi absoluta atención estará en ella, además Amy sacó toda la madera de mí, no deberías preocuparte con dos alfas en casa.— Frank estiró su enorme mano frente Amy y la nena chocó cinco con papá con ésa diminuta y gordita manita.