I promise... | marcanne one-shot

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❛ You won't!           
I promise...  ❜

La última vez que me prometiste algo, fue la más importante para mí pero fue la única cosa que no cumpliste...

Desde hace años te conocía, desde hace años éramos amigas y desde hace años esperaba que fuéramos algo más.

Siempre fuiste muy dedicada, te preocupabas más por el resto de personas que de tí y eso fue lo que me enamoró de ti.

Escuchar un "lo prometo" viniendo de tí me daba una ola de tranquilidad, desde que nos conocimos me hacías promesas y siempre las cumplías.

El recuerdo más viejo que tengo es cuando íbamos al jardín de niños, esa vez me hiciste una promesa que cumpliste por muchos años de tu vida.

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— ¡Marcy! ¡Ten más cuidado o podrías lastimarte! — grité mientras corría hacia tu dirección, ayudando a levantar tu pequeño cuerpo.

— ¡Lo siento Anne! — respondiste mientras sacudías el polvo de tu ropa.

— Marcy, por favor prometeme que serás más cuidadosa cuando estés jugando. No quiero que te hagas daño.

— No te preocupes Anne, lo prometo — con una sonrisa respondiste, calmando mi alma.

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A pesar de que era difícil para tí enfocarte en tu seguridad mientras hacías tus actividades cotidianas te esforzabas, demostrandome que eres alguien en quien puedo confiar.

Otra promesa que recuerdo demasiado fue en mi cumpleaños número ocho, no fue de los mejores pero estuviste conmigo todo el día y me hiciste una promesa que recorría mi cuerpo entero cuando te veía o pensaba en tí.

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— ¿Anne? ¿Estas en tu habitación? — me llamabas mientras entrabas al cuarto donde yo estaba.

Te ví entrar a la habitación y cerrar la puerta con delicadeza, te sentaste junto a mí y me diste un abrazo con el que no pude contener las lágrimas ni un segundo más.

— Hey, no te sientas así Annie... Ya sabes que no me gusta verte triste...

Solo abracé mis piernas y cubrí mi rostro con mis rodillas, sollozando.

Apartaste mis brazos e hiciste que levantara mi cabeza, mirándote.

Te miraba dándome una cálida sonrisa, que me tranquilizó de inmediato, me tomabas de los hombros, viéndonos cara a cara.

Me diste un abrazo, tu voz se entrecortó un poco cuando me dijiste eso...

— Escucha, no siempre hay días buenos. Pero si hay gente buena que estará contigo en cualquier circunstancia... Y yo estoy aquí para tí, te prometo que siempre estaré para ti y ayudarte en todo momento, si necesitas desahogarte estaré aquí, si necesitas reír estaré aquí, cualquier cosa que necesites... Yo estaré aquí... Lo prometo.

Recibí tu abrazo, lágrimas de alegría salían de mi rostro y mi tembloroso cuerpo se tranquilizaba con tu sola presencia.