Remember you

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Muchos y muchas no creerán lo que viví. Tres días y tres noches fueron suficientes para hacerme perder la razón, la dignidad y sobretodo, el corazón.

Días en los que no podía dejar de sentir su mirada, su dulce tacto y sus lindos labios. Noches en las que sentí su suave voz en mi oído, y el calor de aquello prohibido que con euforia envolvía mi ser.

No, no me creerán, solo yo sé que fue real. No tengo que demostrarlo, el recuerdo de su existencia me es suficiente en este vacío que amenaza con consumirme.

Apareció frente a mí en los días más oscuros de mi vida, ofreció ser mi refugio, una pequeña isla a la mitad de la nada y yo fui náufraga nauseabunda que aceptó.

Me duele, duele recordar que en tan sólo 72 horas olvidé mi identidad: mi nombre, de dónde provenía; porque el simple toque de sus labios con los míos se volvió la escopolamina que necesitaba. ¿De dónde más obtendré aquella sustancia si no es de su ser?

Todavía queda presente en mí su canto, aquella melodía con la que me hechizó. Suaves palabras sin sentido llegaron a mis oídos y me embelesaron.

Su piel era como tocar terciopelo. De tonos bronceados y cubierta de pequellas motitas de colores que le daban un aspecto angelical.

No merecía tocar semejante pieza de arte con mis sucias manos cubiertas de pecado y desdicha, estaba corrompiendo a un ser inocente. Le obligué a acoplarse a mí sin negarlo siquiera.

Su cuerpo fue tomado por el mío, nos volvimos una sola entidad, me permití vagar por aquellos lugares que ninguna otra criatura había sido capaz de sentir antes. En ese momento olvidé que las cosas bellas duran muy poco, cada trozo de felicidad es efímero a su manera.

Está presente aquella noche en la que me dejó con un vacío al costado, pero uno más grande instalado en mi alma, porque en tan sólo unas cuantas horas logró calar hasta mis huesos dejándome débil de nuevo.

Pero no le culpo, no debía permanecer aquí, estaba prohibido relacionarse con seres como yo, y aún así lo hizo. Recibió un castigo por mi sacrilegio cometido. Ahora su cuerpo ya no está, se ha vuelto espuma de mar que se deja fluir al compás de las olas.

Era una sirena, y no lo podía cambiar. Delicada y majestusa, sublime, mi musa.

Jimin,

no pude estar contigo en el momento en que te desvaneciste, sin embargo, espero encontrarte una vez mi alma abandone mi cuerpo. No te enojes, he vivido lo suficiente como para saber que nunca encontraré a alguien que llene el vacío. Espera por mí, mi pequeña nereida.

Te ama con el alma, Yoonji.



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Dedicada a @Rhosmar_ 💜

Remember you | YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora