Prestige (Free de la Hoya)

Capítulo 28

Aunque si le había dado algunas vueltas a esa cuestión, tampoco podía decir que no había pensado en otras cosas. Por ejemplo en su participación y como administraría al equipo en la primera parte del internacional.

Era algo que debía ver con cuidado, pues había algunos miembros de BC Sol que en serio querían participar, pero que ella no veia del todo aptos para formar parte de la alineación principal. Al menos en la primera ronda, aún no sabía a quién se enfrentaría y no sabía muy bien cuál sería la dinámica del evento.

Ella solo iba a individuales.

—¡Hinari! —Exclamó Valt por detrás de ella, buscando asustarla. Cosa que falló terriblemente. —Vaya.

—Hola Valt... —Saludó distraída. Cuando calló en la cuenta que estaba hablando con Valt, el que se había ido por unos días, levantó la vista sorprendida. —¿Valt? ¿Ya volvieron? ¿Cómo les fue?

—Hola. —Hinari saludó a Wakiya Murasaki, que fue el que le saludo antes. Luego a Daigo (el cual recordaba brevemente por un encuentro que tuvo con el hace un tiempo) y a Rantaro, que la saludó bastante cortés.

Cuza estaba en la puerta, algo en shock por estar tan cerca de su ídolo (O de uno de ellos).

—¿Entonces? ¿Lo encontraron? —Preguntó mientras seguía con la vista en la lista de Bladers, más específicamente el de un chico llamado Alan. 

No.

—Si y no. —Cambió de hoja, mirando sin entender a Rantaro.

—Yo le explico. —Ofreció Wakiya. —Estaba un 300% seguro de que encontraríamos a Shu en México.

—¿En México? —Preguntó Hinari confundida ¿Qué haría Shu en México? —¿Y cómo llegaste a esa conclusión?

—Por una investigación que hice respecto a... —Wakiya guardó silencio, para luego sacudir la cabeza. —No importa, el punto es que estaba en México. Pero solo encontramos a Spryzen.

—Un Blader lo tenía. —Aclaró Daigo. Hinari pasó la vista fugazmente por la ficha del siguiente blader, para luego preguntar a nadie en específico.

—¿Lo habrá robado?

—Eso creemos. —Afirmó Wakiya Murasaki, acomodándose mejor. —Lo que significa que Shu si estaba en México, ahora, no estoy muy seguro.

—Tal vez regresó a E.U.A ¿No? —Sugirió la única chica del grupo, aún revisando la ficha.

No.

Siguiente.

—Podría ser, aunque no lo sabremos hasta el internacional. —Concluyó el mismo rubio, que parecía muy en confianza con la mayor.

—Y ¿Qué haces? —Habló Valt, tratando de cambiar el tema central de la conversación. El se sentía muy preocupado, pero debía confiar en que aparecería pronto.

—Veo quienes participarán en el internacional conmigo. Por cierto, tendrán que mostrarme sus progresos para determinar qué tal aptos son para participar.

—¿Cuza? ¿Qué haces allá? —El nombrado casi salta de su lugar al escuchar esa pregunta dirigida a el. Todos lo miraron curiosos, incluida la segunda del mundo (Aunque rápidamente regresó a lo que estaba haciendo).

—¿Puedo...? —Preguntó el chico, bastante cohibido.

—¡Claro! —Respondió Valt con ánimo. —No es tan mala una vez que la conoces.

—Oye. —Advirtió Hinari, cosa que no tuvo ningún efecto en el peliazul. La chica suspiró cansada.

—Señorita Prince, déjeme decirle que soy un gran admirador suyo. —Comenzó el Alemán, ganando las miradas de todos. Hinari no pudo evitar levantar ambas cejas, le recordaba un poco a Valt. —Me encantan sus ejecuciones y encuentro muy interesantes sus lanzamientos ¡Son geniales! ¿Piensa usar algo nuevo en el internacional?

—Posiblemente.

—Fantástico. —Se sentó a un lado de ella, dejando mucho espacio entre ambos. —Esto es increíble, sabía que estaba aquí y la vi en la liga, es una lástima que no pudiera enfrentarme a usted.

—¿Por qué le hablas tan formal? —Preguntó Wakiya. —Es raro.

—Lo siento, pero no puedo evitarlo. —Sus ojos parecían dos estrellas. —¡Siento mucho respeto por usted! Me atrevería a decir que es la mejor blader de la historia.

—Pues gracias, pero estoy muy lejos de ser la mejor de la historia. —Dijo Hinari sin mirarlo. —Tal vez estoy cerca de la mejor del mundo. —Wakiya bufó, ganando una mirada de odio de la joven.

—Señorita...Perdone mi atrevimiento...¿Pero cree que podría tener una batalla, pequeña, con usted?

—Seguro.

—... —Cuza abrió los ojos impresionado. —¿Habla...En serio?

—¿Si? —Hinari lo miró para ver como una sonrisa comenzaba a aparecer en el rostro del menor.

—¡El mejor día de mi vida! —Su pájaro mascota repitió, "Mejor día".

—¿Y yo? —Preguntó Daigo, uniéndose a la moción.

—Necesito una revancha. —Dijo Wakiya encogiéndose de hombros, con seguridad.

—¡Y yo!

—¡No se olviden de mi! —Hinari miró todos los papeles que aún tenía que revisar, para luego ver las caras expectantes del resto.

Solo una pregunta...¿Cómo podía decirle que no a Valt y, ahora agregado, a Cuza? 

Imposible.