Quiero Un Heredero ◇Herederos Litman 1 ◇

25

Pov Alexander.

─Estos son todos los libros que debes llevarte, ¿ya están listos los nuevos lentes de Ava? ─ le preguntó a Francis.

─Sí señor, están en él auto ─ contesta.

─Bien entonces sería todo, puedes irte ─ le digo.

─Señor, ¿ella sabe que entraron en su departamento anoche? ─ me pregunta, me pongo serio completamente.

─No y ni una sola palabra de esto ─ asiente y se va con los libros que mi lucero quiere.

Suspiró, dejándo me caer en mi silla, él primer mensaje que vi está mañana fue de Rick avisándome que alguien había entrado en él departamento de Ava, lo sabemos porque a pesar de que ella está en casa de mi padre se puso a alguien para que estuviera vigilando su departamento en caso de que ese tal Jonas o cómo se llame fuera a buscarla y tal parece que al no recibir respuesta de ella decidió entrar en su departamento.

Cuando eso pasó ya Francis había entrado y tomado las pertenencias de ella, pero según la información que me dio Rick no hay evidencia de que él haya entrado en su habitación, él se concentró más en él área que ella usa para trabajar. No sabemos si encontró lo que necesitaba o si encontró algo más, no tenemos ni idea de lo que Ava tenía en ahí y no tengo muchas ganas de decirle lo que paso en todo caso, ella debe permanecer en reposo sin preocuparse por absolutamente nada y es lo que pasara, nada va a alterar a mi mujer y mi hija.

Pov Ava

─Mi lucero....amor despierta ─ siento que me sacuden un poco, mi ceño se frunce demostrando lo molesta que estoy porque me han despertado de mi tranquilo sueño ─ vamos debes despertar ─ me dicen de nuevo y reconozco la voz de Alexander.

─¿Por qué volviste tan pronto? ─ le preguntó medio consciente.

─Amor es medio día ─ contestó y ahora los ojos confundida.

─No es medio día ─ niego, él asiente ─ pero yo apenas cerré los ojos hace unos minutos ─ digo confundida.

─No ya es medio día, te había dicho que regresaría para almorzar juntos, pero al parecer cuando me fui te quedaste dormida, Janet vino a traerte él desayuno y Francis te trajo los libros, pero estabas dormida ─

─No otra vez ─ me quejo.

─¿Otra vez? ─

─Si hace cómo una semana me quede dormida en él trabajo ─ contestó.

─¿Eso cuando paso? ─

─Miércoles creo, saliste a una reunión, no era preciso que fuera contigo, te fuiste todo él almuerzo, dormí todo él almuerzo ─ le cuento.

─Así que al igual que él día de hoy te saltaste una comida ─ dice en tono de regaño.

─Me duermo sin darme cuenta, no es del todo mi culpa ─ me encojo de hombros.

─Tienes razón, pero que se salten las comidas así no es bueno ─ dice dándome un beso, sonrio ─ ven, almorzamos afuera ─ me dice y me sorprendo, me quita la cobija de encima y con cuidado me toma en brazos y salimos de la habitación.

La casa del señor Richard es muy hermosa y enorme, adonde sea que mire veo muchas fotos de él y Alexander, de los viajes que han hecho juntos y demás.

Alexander camina hasta unas puertas dobles en la que Janet está esperándonos y cuando nos ve las abre para dejarnos pasar a un hermoso balcón donde está todo listo para que almorcemos. Él me deja con mucho cuidado, más del que considero sobre muchísimas almohadas.