Una semilla que germina lentamente oculta entre paños humedos. Se aguarda con paciencia y se entierra con delicadeza en tierra humeda cuando finalmente emergen sus pequeñas raices. Se riega en las mañanas un poco y luego un poco más cuando se oculta el sol. Desde la ventana se observa, conforme pasan los días, como la semilla se convierte en un pequeño brote verde. Semanas despues, esperando sin esperar, comienza a crecer en silencio, con calma y sin prisas.
Xie Lian miraria de reojo su jardin mientras cocina el almuerzo.
Hua Cheng comenzaria a construir una cerca cuando finalmente, los verdes frutos asomaran entre las hojas.
Pasarían así, lentamente las semanas, bajo lluvia y bajo sol. Sin darse nadie cuenta, la planta creceria, sus frutos serian rojos, humedos y carnosos por dentro. Cuando finalmente el verano llegara, Xie Lian se ataria las mangas de la tunica y ataria el cabello en una cola de cebolla y con una enorme sonrisa comenzaria a cosechar, las fresas mas dulces de la temporada.
De la misma forma en como crecían las plantas de su jardin, así iba creciendo su matrimonio.
Tenían apenas seis meses juntos y ambos eran ridiculamente inexpertos. Pero eso estaba bien, Xie Lian no cambiara absolutamente nada de esto, por que para él, cada segundo con Hua Cheng era especial.
Xie Lian tenia un palacio en el Cielo. Hua Cheng tenia una mansión en la capital del Infierno.
Sin embargo, ambos se dieron cuenta que la riqueza exorbitante era innecesaria. Había algo tierno y profundamente real en la sencilles de la vida diaria. En el campo que es labrado y en los eternos labores domesticos que ocupaban su día a día.
Un Dios y un Rey Demonio, vivian en una cabaña a las afueras del Monte Tian Caing.
Xie Lian le construyo ese hogar a Hua Cheng. Lo espero durante un año entero, sin sentir tristeza, sin derramar una lagrima. Nunca fue bueno en la carpintería pero tuvo tiempo para aprender. Taló arboles y los convirtio en vigas de madera. Testarudamente hizo calculos geometricos una y otra vez y se tiro del cabello cuando por más que intentaba, las paredes le salian torcidas y chuecas. Tumbo la casa nueve veces hasta que finalmente tuvo una cabaña de madera decente.
Construyo una puerta, y mientras la pulía, solo imaginaba a el día en que Hua Cheng finalmente la empujara y volviera a él
Construyo la cocina, y mientras sufria en armar el fogón, solo se imaginaba en las cosas que cocinaria para Hua Cheng cuando volviera a él.
Construyo una ventana amplia, suficientemente amplia para asegurarse de poder ver bien el paramo, de esa forma divisaria inmediatamente a Hua Cheng cuando volviera a él.
Construyo una habitación. Incluso hizo una cama de madera y consiguió un buen colchon de trapos de algodón. Y mientras preparaba todo, solo podía pensar-con el corazón desbocado-, como sería el día en el que ambos volvieran a dormir juntos.
Plantó arboles. Hizo caminos. Podó la tierra.
−Gege, te voy a hacer una chimenea.
Xie Lian se saco el sudor de la frente y se levanto del suelo. Había pasado gran parte del día cosechando las frutas y hortalizas del jardín. Hua Cheng tenía una pequeña sonrisa, puesto adoraba a ver a su esposo así de disperso. El cabello atado, las mangas hasta arriba, las mejillas rojas y llenas de tierra.
Tan natural y hermoso como el último atardecer del otoño−Dentro de poco vendrá el invierno y la gente dice que sera el más fuerte en diez años.
Luego, Hua Cheng le miro con seriedad, como alguien que afirma algo que jamás admitiria una replica−No dejare que te enfermes.
Esto le hizo reir−San Lang, soy un Dios, algo como una gripe de estación no me afecta−y luego afirmo distraidamente mientras se limpiaba el rostro con un pañuelo−además a estas alturas ya me han dado todas las enfermedades, soy inmune a todo.
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Te Construire Una Chimenea
FanfictionEl primer invierno de Xie Lian y Hua Cheng. Su primera pelea. Hua Cheng recuerda cuando era un fuego fantasma y no pudo darle calor a Xie Lian Post-Canon ❄ Confort ❄ Domestic Fluff ❄ Intimidad