¿Cara bonita? ¿Rubia engreída? ¿Bully?
Sí, esa es Leyla.
Una chica que estaba consciente de todos sus errores, tanto del pasado como los del presente. Sabía que en algún momento tenía que afrontar las consecuencias, pero... no esperaba que las enfre...
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—¿Cómo has estado? —preguntó Teffy, mientras yo jugaba con la cuchara en el postre que ella me había preparado.
—Bien... Mis padres se divorciaron y mi madre ya está en París... Pero, supongo que todo bien —solté, llevándome un trozo de postre a la boca.
—Axel, me contó algo de ello... Ya sabes como es...
La incomodidad me invadió.
—Sí... Ya lo conozco —respondí —. Hablando de eso ¿cómo va su relación?
—Muy bien —respondió —. Estamos más unidos después que le conté sobre la inseguridad que me mataba por dentro; él está más atento. Y me agrada. Estoy feliz.
Sonreí, pues no quería que notara mi duda.
—¿Te gusta? —preguntó refiriéndose a lo que me sirvió hace un rato —. Estaba planeando ayudar con el pastel para la fiesta de fin de año ¿qué te parece?
—Sí, me encanta. Delicioso como siempre —aseguré.
—No puedo creer que queda menos de dos semanas y ya no volveremos a ver al resto del salón —comentó con nostalgia.
—Sí... En menos de dos semanas debo elegir algún vestido y una pareja... ¿alguna recomendación?
—Te ayudaré con eso... Por cierto, ¿cómo te va en la organización del baile?
—Sï, solo estamos esperando que llegue el día —respondí.
—¡Estoy tan emocionada! —exclamó y dio unos saltitos en su sitio.
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Quedaba una semana para el proyecto final de literatura, y todavía no habíamos avanzado ni la introducción con Raquel.
Es hora de romper mi orgullo o quizás hacer el trabajo sola.
—No me agradas y tampoco me agrada el hecho de tener una nota desaprobatoria en mis calificaciones. ¿Vas a mover tu trasero y usar tu mente para que empecemos el trabajo o esperas una invitación?
—Lo mismo digo. ¿No quieres tener una nota desaprobatoria o no quieres decepcionar a tu amado profesor? —preguntó, lo último lo mencionó con una tonalidad burlesca.
