- ¡Aunque los retrasos no parecían ceder, les damos la bienvenida al festival de otoño! -grito el hombre con emoción en el megáfono y se movía con teatralidad. -Este día, 22 de octubre del año presente, ¡damos inauguración! Coman, diviértanse y sobre todo, recuerden que las estaciones nos bendiciones.
Todos aplaudieron y se dispersaron. Aunque los árboles ya no tenían mucho que ofrecerles como lo harían sus días del festival, estos saludaron con ese color naranja de los que les quedaban. Mei estaba tomada de la mano con Yuzu y pasearon por los jardines dispuestos a reuniones familiares. Aunque no era algo planeado realmente, Yuzu consiguió una canastilla de un vendedor con ideas novedosas como esas, caminaron hasta un árbol alejado de los oídos pero bien ubicado para ver los fuegos artificiales que estarían saliendo en unas horas.
Colocaron el mantel y acomodaron los bocadillos. Mei dudo en comerlos, no se sentía bien y tenía miedo de vomitar si comía algo pero la insistencia de Yuzu la hizo tomar un emparedado de mermelada y lo probo un poco. Las náuseas llegaron y con generosidad le dijo que otra probada y terminaría corriendo a vomitar. Así que con cuidado fingió comerlo mientras se los arrojaba a las ardillas que estaban a su lado, curiosas de los humanos pero no tan confiadas como para saludar de frente.
-Vivir juntas es una medida de seguridad para todos, Mei. -dijo Yuzu sin prolongar nada y dejo de lado su propio emparedado. -Esto es una guerra que inevitablemente te alcanzo, cariño.
Mei se quedó mirando el pequeño lago artificial frente a ella y espero a que Yuzu hablara sin interrupciones.
-Kirito quiso atentar contra ti a pesar de que tú no tenías idea de nada, así como tampoco yo mostré interés en ti en ese entonces... Tal vez él solo quería joder las memorias de Noa y mías con eso.
-Si no me recordabas y se suponía que Noa estaba muerta, ¿Cómo es eso? -pregunto Mei curiosa.
-No era para ti eso. -respondió Yuzu apretando la mandíbula. -Era para Luka que tenía la memoria de mi hermana, las mías y... el propósito. Yo... quiero decir, ella siempre cargo con tantas cosas y yo la deje, la dejamos sola. No puedo perdonarme que la abandone, Mei. Siempre la deje sola aun cuando estaba a su lado, yo le cargue todo y me marche por mi cuenta, dejándola expuesta y al margen. -Miro a Mei con ojos opacos. -Fue su idea, Mei. Estar todos juntos y al tanto de lo que pasa nos servirá para enfrentarlo, así nadie debe sufrir cosas que no debería y mucho menos... terminar como Tohru.
Ahora que lo mencionaba, Tohru estaba en el hospital, posiblemente sin esperanzas de regresar a la vida, solo conectado a los tubos para siempre y eso la asusto. Jamás considero realmente el peligro que había. Dudo unos momentos en decir algo, realmente era preocupante la amenaza y ella misma había sufrido parte de esa guerra.
-Y tiene razón, de esta forma ya nada puede sucederte sin que yo pueda protegerte. -dijo con una decisión y propósito tan brillantes que asusto un poco a Mei. -A tu familia, a la mía, mi hermana y a Luka.
De nuevo Luka.
Siempre Luka.
¿Es qué no pensaba en otra cosa? Sí, quería protegerla y a los demás pero esa chica estaba tan al tanto de los planes de Yuzu así como le decía que hacer y lo hacía gustosa, ¡no podía creerlo! Le frustraba pero comprendía, tenía que ser paciente, porque si se desesperaba podría cometer el error de exponerse. Sí, era eso pero los celos no eran fáciles de lidiar si consideras que por quien sientes amor está profundamente enamorado de su ex que a su vez está muy cerca de ella.
-Mei, sé que es difícil para ti el hecho de que Luka este incluida en esto pero te pido que comprendas, ella es muy importante para mí. No solo por el amor que le tuve, tengo y tendré, sino porque les jure a sus padres cuidarla. -le explico girando el cuerpo para quedar frente a ella. - ¿Recuerdas lo que te dije ayer?
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EN BUSCA DE LA LIBERTAD (CITRUS)
FanfictionMei Aihara siempre tuvo una vida recta y educada sin cuestionar ninguna orden. Un día, decide ir a una fiesta por curiosidad y conoce a Yuzu; una joven que siempre hace lo que quiere sin miedo. Comienza a darse cuenta de que no quiere una vida llena...