11.

1.3K 150 6
                                    

—Y ahí fue cuando apareció corchea. Desde ese día siempre estaba en mi ventana cantándome por las mañanas, luego se iba, pero siempre que estaba mal regresaba y cantaba de nuevo —contaba Mely mientras doblaba su ropa.

—Es increíble como los dibujas tan bien —dijo Sunghoon sorprendido viendo los dibujos de corchea que Mely tenía—. ¿Y porque le pusiste corchea?.

—Porque siempre me cantaba, y en su pecho parecía tener una corchea dibujada con sus plumas. Aparte porque también se apareció cuando estaba tocando el piano y-

—¿Tocas el piano? —preguntó sorprendido mirándola.

—Solía tocarlo antes, pero las voces no me dejaban concentrarme muy bien, por eso también comencé a usar audífonos.

—Vaya...ahora lo entiendo todo. Perdón por haber sido tan malo contigo.

—Descuida, todos son así la primera vez, incluso después de enterarse de mi situación.

—Entonces...¿recuerdas alguna canción en piano?.

—Si, una que otra, ¿por qué?.

—Tengo un teclado en mi cuarto, podríamos tocar una canción juntos.

—Claro, sería muy lindo —dijo sonriente.

Y Niki comenzó a sentir celos por Sunghoon, sintiendo como su sangre le hervía. Ambos salieron de la habitación de Mely yendo hacia la de Sunghoon en donde estaba aquel teclado con una silla enfrente, Mey se sentó en esta y Sunghoon acercó la silla de su escritorio para sentarse junto a ella, Niki caminó hacia aquel cuarto detrás de ellos observándolos desde el marco de la puerta.

—¿Qué canción recuerdas? —preguntó Sunghoon.

—Mi favorita era Canon de Pachelbel, también me se algunas de beethoven y una que otra clásica.

—Toquemos Minuet, ¿la conoces?.

—Claro que sí —dijo sonriente—. ¿Tu lado derecho y yo izquierdo?.

—Por supuesto —respondió mientras se acomodaba.

Ambos comenzaron a tocar dicha canción sincronizados haciendo que la melodía resonara en la habitación, era tan hermoso que parecían expertos, por unos minutos ambos olvidaron que se encontraban en su casa tocando el piano dejándose llevar solo que en veces se miraban y sonreían. Mely se sentía tan bien en ese momento tanto que había olvidado todo lo que había pasado en aquel departamento psiquiátrico, todo lo que le hicieron sufrir, como si su vida se hubiera reiniciado al llegar a casa.

—No tocas tan mal querida hermana —dijo Sunghoon sonriente.

—Tu tampoco hermano —dijo sonriente para luego reír.

Ambos se quedaron en silencio observando al otro, Mely creí que solamente estaba pasando tiempo con su hermano, que su relación estaba mejorando pues al inicio era muy mala y ahora pareciera como si en realidad fueran hermanos, no hermanastros.

—Lamento interrumpir, pero estabas desempacando —dijo Niki parándose detrás de Sunghoon.

—Oh cierto —se puso en pie—, tengo que terminar de desempacar.

—Te puedo ayudar —dijo igual poniéndose en pie.

—Si perfecto, ahora que no estoy fingiré que soy invisible —dijo Niki indignado para luego irse.

—miró a Niki yéndose por la puerta—Y-yo...es mejor desempacar sola. Hablamos luego Sunghoon.

Pasó de largo yendo hacia su habitación para cerrar la puerta poniendo seguro en esta recostándose en la puerta para soltar un suspiro, cuando el silencio inundo el lugar, logró escuchar ligeramente los sollozos de Niki los cuales venían del armario, caminó hacia este para deslizar la puerta encontrándose a Niki sentado hecho bolita abrazando sus piernas.

—Niki...

—Vete con tu hermano...

—Niki, no estés celoso, él solo-

—El solo te aleja de mi Mely —la miró—, ¿qué no te das cuenta?.

—No es cierto Niki, tú has estado aquí desde siempre.

—Pero mis piernas desaparecen cada vez que te vas.

—suspiró—Bien, prometo no alejarme tanto de ti, pero tienes que prometer no tener celos a Sunghoon.

—suspiró—Bien...—limpió sus lágrimas—. Prometo no tenerle celos a tu hermano, y estar aquí...

—Estaremos siempre juntos —alzó su meñique—, en las buenas y en las malas.

—suspiró por segunda vez—Prometo estar aquí sin importar los medicinas, sin importar las personas, distancia, ejercicios u alguna otra cosa que me haga desaparecer —alzó su meñique—, prometo estar contigo Mely.

—Te quiero Niki, siempre serás mi mejor amigo.

—Yo igual te quiero Mely...

❝ ❞

Mely terminó de desempacar poniendo cada prenda en su lugar, ahora todo estaba como antes, al igual que las discusiones de su padre y madrastra, incluso para la cena fue igual de incomoda que siempre, Mely estaba igual de desanimada que siempre, su padre y Soorin discutían sobre las medicinas que Mely tenía que tomar y aunque Sunghoon dijo que podía ayudar con el dinero que conseguía en su trabajo ambos se negaron diciendo que era responsabilidad de ambos.

—Alguien morirá...

—¿Alguien que? —alzó la vista notando que los tres la miraban.

—Que solo alguien debe hacerse cargo de ti —dijo Soorin.

—Pero...

—Yo puedo ayudar con sus medicamentos —dijo Sunghoon—, solo quiero ayudar a mi herma-

—Será Jihyun quien compre su medicamento, fin de la discusión.

La sangre de Mely hervía a más no poder, apretaba sus puños con fuerza a tal punto que comenzó a lastimarse, estaba tan enojada con Soorin, no solo por como la trataba a ella si no también a su padre dejándole toda la responsabilidad, se supone que era su madrastra, era parte de su trabajo cuidar de ella, y respetar la opinión de su hijo. Iba a gritarle, quería gritarle, pero sabía que tenía que controlarse.

—Mely, en lo que sea que estés pensando, olvídalo —le susurró Niki.

—¿Cómo quieres que lo olvide? —susurró entre dientes.

—¿Como dijiste? —le preguntó su padre.

—N-nada...

—Por cierto Mely —dijo Soorin sin verla—, conseguí trabajo, así que estarás sola toda la tarde hasta que llegue Sunghoon ya que tiene trabajo después de la preparatoria, y como sabes, tu padre llega hasta las ocho de la noche.

—Lo sé...

—Bueno —la miró—, te harás cargo de la casa, ¿si sabes hacer el que hacer verdad?.

—Claro que sí —dijo un poco molesta.

—Bueno, te harás cargo de eso.

Sus puños se apretaban cada vez más, ya no podía contenerse más, iba a explotar en cualquier momento. Soltó un suspiro para intentar calmarse y continuar comiendo pues le quedaba poco por comer e irse a su habitación.

—Alguien morirá...

—Niki no es momento —susurró.

—Yo no dije nada —susurró igual.

—Pero te escuché claramen-

—Si tienes algo que decirme dímelo bien! —dijo Soorin alzando la voz.

—la miró—¡Cocinas de lo más asqueroso! —se puso en pie—. ¡La comida que me daban en el psiquiatra era mejor que esta mierda!.

Hizo el plato hacia el frente yéndose de ahí. Subió las escaleras con pasos firmes encerrándose en su habitación para poner seguro y recostarse en la puerta, para comenzar a llorar, resbalando hasta llegar al piso y sentarse en este haciéndose bolita para abrazar sus piernas. Quiso haberle gritado más, quiso gritarle que se fuera de su casa, que dejara a su padre en paz, que la dejara en paz, que también por culpa de ella estaba su esquizofrenia.

—Mely...—se sentó junto a ella— no llores.

—E-es que...—lo miró— no es justo Niki.

—Lo sé, sé que no es justo, se que quieres gritarle hasta que se te acabe el aire y que se vaya de la casa, pero llorar no resolverá nada. Ella es una estúpida por decir esas cosas sobre ti, no sabe lo que pasaste.

—limpió sus lágrimas—Gracias por estar aquí...

—Es un placer querida Mely —dijo sonriente.

—Creo que...será mejor dormir.

De su cajonera sacó sus pastillas para dormir las cuales había escondido por si algo así pasaba. Tomó una de estas la cual era la porción que debía tomarse, luego de prepararse para dormir se sentó en la orilla de su cama tomando de aquella pastilla para dormir, quedando profundamente dormida.

—Estamos de nuevo aquí —dijo Niki emocionado.

—Yeii. ¿Qué te apetece hacer ahora?.

—Vayamos al parque de diversiones —dijo sonriente.

—¿De nuevo?, Niki podemos hacer más cosas no solo ir al parque.

—Tu me preguntaste que quería.

—Está bien

Amigo Imaginario - NikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora