000

44 6 0
                                    

— Chae, mi niña, todo irá bien.

Pero la pequeña de cinco años no podía creerle a su madre, no cuando su amiga, DaHyunie, le había contado lo horrible que había sido su primer día en la primaria. No queria ir.

— Mami te llevara, mira el lado bueno, en tu receso podrás ver a DaHyunie, todos los días ¿no quieres? Tu hermano comprara frutillas para ti.

Los enormes ojitos azules de la niña brillaron, emocionados, olvidando el lío en su cabecita.

— ¿Oppa?

— Así es, bebé, tu oppa volverá a casa, se recuperó muy rápido y saludable.

ChaeYoung dio un saltito emocionada, hace dos semanas que no ve a su hermano, pues, había sufrido un accidente de tránsito y le habían internado en un hospital. Le extrañaba mucho.

— Quiero que te comportes Chae, tu cuñadito se quedará un muy buen tiempo también, ¿si? Se la buena niña que eres siempre — Chae sonrió cuando, HyunA, su mamá, le acarició las mejillas con dulzura.

— Sip.

— Esa es mi nena.

Después de esa pequeña charla, para HyunA fue realmente difícil dejar a su bebé en las puertas de la primaria. El camino transcurrió normal, con una Chae asustadiza agarrando su mano con las dos de ella y pegandose a su pierna tanto como podía, nerviosa, pero sin dejar de ser la niña juiciosa que era.

Ya había pasado por esto una vez, con su hijo mayor, que ahora tiene diecinueve años, ese día le había sido tan duro como lo había sido ahora. A diferencia de esa vez, hoy no la acompañaba su esposo.

Suspiro antes de arrodillarse frente a la niña y peinar con cuidado su flequillo azabache. Le sonrió aún cuando sabía que sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Tenía que contenerse, su pequeña ya estaba muy asustada y verla llorar lo hará peor.

— Mami.

— Si ocurre algo, amor, dile a tus maestros, no quiero que te metas en problemas — beso su mejilla — presta atención y trata bien a los otros niños, estarás bien, lo prometo.

Con un pucherito, ChaeYoung asintió, no queriendo ver a su madre llorar.

— Esta bien, Mami.

Y con el corazón en la mano, HyunA dejó un sonro beso en la frente de su hija, para ver como, toda chiquita y tímida, sostenía las correas de su maletita con fuerza y entraba hacia donde la maestra le indicaba.

No resistió un segundo más antes de romper en llanto y cubrir su rostro. Como si estuviera temporizado, su teléfono comenzó a sonar.

Lo sacó y contestó, despacio.

— Hyu.

— Cielo... La A-acabó de dejar en su primaria y-y yo...

— Esta bien, amor, ya hablamos con sus maestros, no le pasara nada ¿si? Confía en mi, nuestra pequeña estará bien.

HyunA asintió, levantadose y limpiando sus lágrimas con cuidado.

— Estoy recogiendo a Tae Tae del hospital, ya está conmigo en el auto pero esperamos a Yoon para poder irnos, todo esta de maravilla.

Con más calma, HyunA retomo su camino a casa escuchando a su esposo de fondo.

Aún estaba preocupada.

Pues, a pesar de su corta edad, la niña sufría de ataques de ansiedad que no debería, y al ser tan pequeñita no sabía cómo controlarles llegando al punto de hiperventilar y lastimarse de alguna manera.

Chae era una niña muy asustadiza y perceptible a todo.

Y HyunA no podía estar tranquila, las corazonadas de madre jamás fallaban.

— Niños, hoy tenemos una nueva compañera, como no estaba con ustedes el año anterior, se presentará — la mujer miró a Chae, que tenía sus manitos echas un puño detrs de su espalda y la cabeza gacha mientras se tambaleaba sobre sus talones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— Niños, hoy tenemos una nueva compañera, como no estaba con ustedes el año anterior, se presentará — la mujer miró a Chae, que tenía sus manitos echas un puño detrs de su espalda y la cabeza gacha mientras se tambaleaba sobre sus talones.

La menor respiro con fuerza.

"Tienes que ser fuerte bebé, cuando te de miedo hablar en público, sólo tienes que pensar que estás con nosotros, ¿si? Cierra tus ojitos un momento e imagina que estas con papi y mami, conmigo y con Yoonie, Tofu también puede estar".

— Mi nombre es Kim ChaeYoung, t-tengo cinco años y m-me gustan mucho las f-fresas — hablo en voz bajita, sus ojitos buscaron asustados la risa que se escucho en el salón — por favor, c-cuiden de mi.

Otra risa sonó y a ella se unió otra y otra, hasta formar un conjunto de ellas, lo suficientemente fuertes para que resonaran en su cabeza.

Retrocedió unos cuantos pasos y agachó de juego la cabeza.

— Maestra ¿porque es tan bajita?

— Mira esos ojos, son enormes, parecen balones.

ChaeYoung soltó un chillido y se escondió tras la mujer mayor que le miraba con angustia. La maestra llevó una mano a sus cabellos y acarició con calma, después regresó su mirada al resto del grupo.

Suspiro, eran niños, de seis y siete años, no podía reclamarles demasiado.

— Esa no es la manera de tratar a una nueva compañera, ChaeYoung es una niña inteligente y como se habrán dado cuenta, la pasaron del preescolar, quiero que se comporten.

Los niños, obedientes como eran, se quedaron callados.

— Escoge el asiento que quieras, hay muchos libres, bonita.

Chae asintió, sin mirarle, alzó la mirada y busco rápidamente un asiento, noto como en los que estaban vacíos, niñas ponían sus maletas rápidamente. Suspiro antes de irse al asiento del fondo.

Por lo menos estaba en la ventana y podía ver el soleado día y las bonitas nubes.

Sonrió con el pensamiento y se dirigió al asiento.

Se sentó con calma y acomodo sus lentes para cuando la maestra regresó a hablar.

"Lo hiciste bien, bebé, estoy muy orgulloso de ti".

"Lo hiciste bien, bebé, estoy muy orgulloso de ti"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
run - michaeng 𖣦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora