3; "trabajo"

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Elié en el tiempo que pasaba con John a solas sin estar batallando contra demonios que trataban de poseer a gente y en otras ocasiones, con angeles visualizaba un carácter duro en John, bien era cierto que tenía tintes agradables en algunos momentos pero no era lo frecuente.

Estaba organizando algunos de los utilitarios ya que había recibido una llamada del padre de un nuevo caso de posesión.

-Esos demonios soldado son jodidamente infinitos.. -Suspiraba ella, cogió el arma de John y la miraba-

-¿Crees que vayamos a tener que ir con toda la artillería algún día?

-Va a ser inevitable en algun punto, a no ser que no te importe que te torturen el resto de la eternidad... oye, quién sabe, cada cual con sus fetiches -Comentó alzando una ceja pasando a coger el arma él cargandola-

Elié negó con la cabeza y sostuvo entre sus dedos la chapa que John usaba en los exorcismos.

-¿Crees que iré al infierno? -Dijo mirandole-

John se encogió de hombros y suspiró.

-Es casi seguro que no tenemos salvación..

-Yo te salvaré. -Dijo ella y este abrió mucho los ojos-

-¿Tienes idea de lo que dices o a qué te enfrentas? ¿No lo has visto?

-Ya no tengo miedo. Tú mereces tener paz John -Dijo ella cargandose con algunos botecitos de agua bendita-

-Esa opción parece que la perdí hace tiempo.. -Dijo suspirando volviendo a coger su chapita-

Entraban en el piso donde se les requería y enseguida ella pasó a coger el espejo con ayuda de la madre del chico poseído. Cuando John hubo hecho el rezo y conseguido atrapar al demonio en el espejo, Elié lo destrozó con una gran maza de un golpe seco.

Notaba su espalda extrañamente húmeda y la gente que ahí había se santigüaba viendo lo que ocurría.

Estaba sangrando y John al verlo la sacó a toda prisa del lugar. Volviendo a llevarla a casa.

-¿Qué está ocurriendo?

-Te están advirtiendo...

-Pero estoy ayudando

-Ya, el caso es que quizá también es muy probable que estén rastreandote. Quitate la camiseta. -Dijo este yendo a su botiquín-

Ella le miró y con la confianza que estaba ganando en él, lo hizo. Gimió levemente de dolor pues el sujetador estaba presionandole sobre una de las heridas, ahora abierta.

John con cuidado desabrochó este y lo sacó de la posición.

-Seguramente esto vaya a dolerte pero.. podremos camuflarte al menos un poco o al menos eso espero -Susurró él concentrado, humedeciendo un algodón con agua bendita, sal y comenzando a coserla-

Ella no podía evitar emitir sonidos de dolor, a él, le preocupaba estar provocándoselo aún más y cuando hubo terminado, desinfectó la zona y le puso unos parches-gasa-

-Lo siento Elié. -Dijo este lavandose las manos dándola la espalda-

Esta negó con la cabeza y recogió la camiseta, echandola a lavar se puso por encima una de las camisas de John que había en el lugar.

-¿Sabías...? Que para los angeles, el mayor signo de confianza es que desplieguen sus alas ante tí. Solo suele ocurrir con tu propio ángel de la guarda por lo que sé aunque... Yo las veo claro; tengo un don, pero... -Se llevó la mano al mentón pensativo-

-¿Y si es el hecho de lo que vivo contigo lo que hace que ocurra esto?

-¿A qué te refieres?

-Estoy agusto contigo, quiero protegerte. No creo que sea tu ángel de la guarda ni nada así, ni siquiera tengo alas... -Esta bajó la mirada callandose, habiéndose desanimado por completo a sí misma- No quiero ser un lastre.

-Elié no lo eres.

-Sí. Deja que me encuentren, sigue con lo que quede de tu vida... no merece la pena que estés en más problemas por un ser como yo -Dijo viendole-

John llevó una de sus manos a la mejilla de ella y la acarició.

-Tú mereces vivir. Mereces vivir muchas cosas, mirate, tienes toda una vida. -Dijo en tono calmado pero a la vez firme-

Ella se quedó en silencio y simplemente se apartó un poco de él, sentandose en el sofá pensativa.

John suspiraba y se giraba hacia la ventana del apartamento tomandose de un trago un chupito de Whiskey; su anestesia personal.

No quería esta vez ninguna aprobación del cielo, estaba furioso porque quería conseguir algún tipo de absolución para ella. La veía y no podía evitar pensar en su sufrimiento. Pensaba en cuando la encontró; nadie merece semejante castigo.

Tal caso, los verdugos que se lo provocan y aunque él lo que más anhelaba era entrar al cielo, se enfrentaría a él con tal de que ella tuviese una oportunidad. Aunque fuese tan solo una, pues él se daba por perdido prácticamente de forma total.

Elié le veía de espaldas; para ser una especie de ángel segun había entendido en un cuerpo humano, parecía sentir más ella de lo que jamás mostraría él.

Quería abrazarlo, recomfortarlo. Quería que sintiese amor y no dolor, odio ni rencor... lo que ella notaba dentro de sí era algo puro hacia él pero a la vez tenía su forma de ser, a la que se había acostumbrado a ser. Y parecía un hombre que vivía por y para estar en guerra (...)

{Al día siguiente}

Elié despertaba en el sofá dado que llamaban a la puerta. Al abrir John le entregaron unas cartas.

-Vaya, tenemos una invitación al bar donde están tus "amigos" -Dijo recalcando la última palabra"

-No pensarás ir. No quiero que te hagan daño.

-¿A mí? Elié a mi no se me puede dañar más... me muero de un cáncer agresivo a mis pulmones, quizá mi último intento debiese gastarlo en alguien que esté jodido pero no tanto como yo.

El brillo de los ojos de Elié se apagó de inmediato al escucharle. Sentía un dolor en el pecho de entender que él comenzaba a creer que no merecía ser salvado ni la pena intentarlo más.

Ella le cogió del brazo y le frenó.

-No voy a permitir que te inmoles por mí. Eres un imbécil Constantine. -Dijo ella molesta-

Me quieren a mi, pues me tendrán a mi.

Fue a vestirse (Elié) tomándose su tiempo cogiendo una chaqueta que John le había traído unos días atrás.

-Y hazme el favor de dejarme sola, no puedes decidir sobre mí y no voy a permitir que cometas la estúpida decisión que tienes en mente. -Dijo mirandole a los ojos y saliendo de un portazo-

Dark Light • {Constantine}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora