Prólogo

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Disclaimer

El siguiente contenido tiene lenguaje obsceno y escenas de violencia que pueden herir la sensibilidad de algunos públicos. Léalo bajo su propia responsabilidad.

Quince años atrás.

El último trozo de la puerta de madera tambaleó y cayó al suelo. La explosión había arrasado con las estructuras de la casa, provocando un derrumbamiento de las paredes y techos.

Sylas se pasó una mano por su sudorosa frente y trató de ver la horrible imagen que se mostraba ante él.

Una docena de cadáveres de cazadores de magos estaban esparcidos por el suelo de piedra. Algunos cuerpos estaban ocultos por los escombros, haciendo que fueran imperceptibles para el ojo humano. Pero él sabía que estaban allí.

Era el causante de aquel desastre.

Los tatuajes en sus brazos brillaban intensamente. Trató de concentrarse y contener el torrente de energía que rezumaba en su interior. Había llevado sus poderes al límite y su capacidad de control estaba en peligro.

El mago apretó la mandíbula con fuerza. No quería volver a matar.

En Demacia la magia estaba prohibida y era motivo de encarcelamiento. Ese mismo día, algunos hombres de la orden de los cazadores de magos, habían descubierto a Sylas ayudando a otro hechicero a cambio de dinero.

Utilizar sus poderes no estaba bien a ojos de la ley. Pero Sylas, prefería pensar que estaba ayudando a algunos magos a dominar su energía. Incluso en alguna ocasión, también se había visto obligado a dar cobijo a fugitivos y criminales en su hogar.

No podía creer que, a partir de ahora, él fuera uno de ellos.

Momentos antes, mientras absorbía la energía del mago, fueron interrumpidos por un escuadrón de cazadores que venía a capturar a Sylas. Milagrosamente, su compañero consiguió escapar. Pero él no tuvo la misma suerte.

En cuanto Sylas advirtió le esperaba el mismo destino que sufrieron sus padres, el pánico se apoderó de él, provocando que el poder absorbido le recorriese el cuerpo y saliera disparado por sus manos.

La descarga de energía fue tan brutal y descontrolada, que se llevó por delante los muros de su hogar y sin querer, la vida de aquellos hombres.

El joven tosió. Sus pulmones se llenaban de humo y cenizas del ambiente. La conmoción en su interior era tan fuerte que no se había percatado del aire sucio que respiraba.

Con movimientos lentos, caminó entre los cuerpos de sus víctimas y de una patada, tumbó la puerta que daba acceso a las calles de la ciudad.

Se cubrió los ojos con el dorso de su palma para mitigar la potente luz del sol. Cada músculo de su cuerpo estaba en tensión y su instinto le pedía continuar dando rienda suelta a la magia que quedaba en él.

Tenía que escapar de allí y marcharse de la ciudad. Antes de que hiciera daño a alguien más.

Cuando sus ojos se acostumbraron a la claridad del exterior, una oleada de pánico se extendió por su cuerpo al ver el reflejo grisáceo de las armaduras que le bloqueaban el camino. Quiso correr, pero sus piernas estaban clavadas en el sitio.

Un escuadrón de guerreros había sitiado su casa y no tuvo tiempo para reaccionar. Estaba acorralado. Al instante, los soldados se hicieron a un lado, permitiendo el paso a otra figura más grande e imponente.

Sylas lo escrutó con los ojos. El hombre era alto como una muralla y al contrario que los otros guerreros, llevaba una brillante armadura de acero gris oscuro que cubría su torso y hombros. El aire de mando que desprendía era aterrador.

¿TOMAS MI MANO?- SYLAS X LUX ✧League of Legends✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora