He terminado caminando sin un rumbo, pensando en la gran cantidad de posibilidades con las que te podrías chocar.
He pensado que tal vez volver a lo de antes no es más que retrasar lo que ya está escrito.
Y a la vez, he querido decirte lo que siento aunque ya lo sabes y te importa poco.
La pregunta no sale de mi cabeza y tú no sales de mi corazón. No fuiste mi primer amor, pero si una casualidad bonita con la que podría coincidir una y otra vez.
Maldito destino, por más que diga no creer en el, ahí está. Torturándome una y otra vez, diciéndome que por ahí tal vez no es pero como quisiera que fuera, verdad?
Terco, terco eres pequeño romántico. Vives de ilusiones y lloras falsas perdidas.
Algún día llegará? Más que depender de mí esa respuesta, es ella. Fumigar el pasado y crecer mentalmente crearía la tonta fantasía que está ahora en mi corazón.
No tengo respuesta para esa pregunta, pero si muchos pensamientos que me dicen que no quiero irme. Pero hay una guerra entre mi mente y el boom boom, ese mismo que no deja de latir por ti.
Maldito San Valentín sangriento, ¿por qué tenías que volver cuándo mi corazón te llamó?
