//WooSan oneshots//

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nonAU!

...

Wooyoung pov

Era por la noche, venía de un día tranquilo al dormitorio. No había hecho mis debidas prácticas de baile, lo cual me hacía sentir un poco mal, pero no era mi culpa, mi madre había sido internada en el hospital. No es como si le hubiese pasado algo muy grave, tuvo una apendicitis y se la pudieron arreglar en dos días de internación. El tema era que a mi señora progenitora no le gustaba la idea de que Kyungmin estuviese solo en casa de mientras y literalmente era el único mínimamente disponible para garantizar su seguridad.

En síntesis, vengo de dos días de haber estado en mi pueblo natal, esperando a que la vecina amiga de la familia volviese de sus vacaciones para hacerle de niñera a mi hermanito como de costumbre. Y bueno, digamos que no me causa la más mínima gracia el perder horas de práctica teniendo un horario tan apretado como el de un idol.

Supe que estaba de mal humor cuando sólo por una demora de tren me puse a rabietarle a Seonghwa-hyung por teléfono, puteando al no poder llegar a hacerle la cena a los demás. Me dijo que no me preocupara, que pedirían pollo frito, pero eso lo único que hizo fue que se me cayera el orgullo de chef de la casa.

Al llegar al dormitorio estaban todos sentados a la mesa, Jongho viniendo a recibirme diciendo que me apurase a sentarme, que todavía no habían empezado. Suspiré, al menos no tendré que cenar solo.

—Wooyoung-ah, ¡llegaste! —Mingi saludó al ser el primero en toparse conmigo al salir del baño.

Le sonreí y le di su anticipado abrazo, él mismo me esperaba con brazos abiertos.

—Young, ven a sentarte, ya vuelven San y Yunho. —Yeosang me dijo mientras disimuladamente masticaba una alita de pollo.

Hongjoong lo miró con su cara de decepción habitual— Yeosang, íbamos a esperar.

—… "Íbamos" dijiste, hyung.

Mi amigo se salió con la suya.

Me fui a sentar a su lado, viendo que efectivamente faltaban San y Yunho. Miré a Seonghwa a mi otro lado y me saludó con una sonrisa.

—¿A dónde fueron Sannie y Yunho? —pregunté.

—Se fueron a comprar pepsi, que Jongho se terminó la última ayer y decidió avisar justo después de que llegara el delivery.

—Tenés mucho rencor en tu alma, hyung —contestó el aludido sentado frente a nosotros—. Eh, Wooyoung, ¿cómo va tu mamá? ¿Todo bien?

Seguramente cambió de tema por lo de la pepsi, pero me alegró el interés.

—Está bien, le hicieron una cirugía rápida, una pavada. El tema era Kyungmin. —dije sin darle mucha importancia.

—Va a volver a casa pronto, ¿no? —Hongjoong se une a la conversación.

—Sí, sí. Ya les digo que fue todo bien.

Los presentes me miraron con alivio y dándome la bienvenida en silencio, seguramente contentos de que todo haya ido bien.

En cuestión de segundos escuchamos la puerta de entrada, seguida de un jadeo exagerado de ambos de los que llegaban. Estaban hablando como viejos.

—Aish, Yunho-ssi, ta frío pa chomba, ¿no le parece? —dijo Sannie, seguido de un alarido tembloroso al estremecerse con un escalofrío.

—Tiene toda la razón San-ssi, estoy que se me cae la retaguardia de la congelación. —imitó su tono de voz e hizo un alarido más parecido al ajoy de un pirata.