EN PAUSA
Ha pasado tiempo desde que iban en secundaria, ahora Baji tiene veintidós años y consiguió su propio departamento tras mucho esfuerzo.
En el agridulce camino de Keisuke Baji hacia la adultez, deberá tomar decisiones equivocadas por las caus...
- Mpgreg (en este universo los hombres pueden embarazarse 👍)
- Contenido violento explícito
- Contenido s*xual explicito
- Tragedia
- Lenguaje vulgar
- Escena de abus* s*xual
- Esto se consideraría un spoiler del final, así que lean con cuidado: Final trágico y poco esperanzador.
Si alguna de estas cosas no es de su agrado, l@s invito a que dejen de leer.
Y finalmente una nota mía antes de empezar: Este fanfic está inspirado/basado en una película francesa con el mismo nombre; desde hace mucho tiempo quería escribir un fanfic así, pero no encontraba una pareja a la que le quedara este tipo de historia tan cruda, o quizá porque el final no me convencía del todo. Siendo honesta, no creo que sea la mejor historia que puedo entregar y conceptualmente hablando me parece muy sencilla y hasta un poco predecible; el atractivo de la película es que todo está contado al revés, el final lo vemos primero y el principio al final, pero no estoy segura de que ese enfoque pueda aplicar para un fanfic, no me convence, así que no aplicará aquí. Sin embargo me decidí a escribirlo porque quiero sacarme la idea de la cabeza de una vez, esperemos a ver que tan bien sale.
Gracias por su lectura, empecemos.
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Baji:
En ese momento solo podía pensar en una cosa: matar al trozo de mierda. No me importaba si terminaba en prisión o incluso si yo me moría también, en realidad eso sería lo mejor que puede pasarme.
—¿¡EN DÓNDE PUTAS ESTÁ OSANAI DE MOEBIUS!?
Todos me veían extrañados cuando entré al bar abriendo las puertas de una patada. Aunque estaban borrachos y drogados tenían tiempo para quedarse mirándome como pendejos, estaba harto de todo el mundo.
—¡¡OSANAI!!— grito con todas mis fuerzas y lo busco por todos lados, pero entonces me lo encuentro sentado hasta el fondo, ahí está ese hijo de puta con su cara de escroto, se la voy a romper, le voy a arrancar los malditos ojos y voy a hacer que se ahogue con su propia sangre.
Definitivamente voy a hacerlo pagar. Se levanta y camina hacia mí de una manera despreocupada.
—Oh, pero si es el antiguo capitán de la primera división, ¿en donde está el subcapitán?, ¿no iba contigo a todos lad-
Piensa que voy a dejar que se burle de mí, no podía estar más equivocado. No tengo reparo alguno en callarle la maldita boca con mis puños y arrojarlo al suelo con la fuerza de mi golpe.
